ACÁMBARO. El lago de Cuitzeo está a punto de desaparecer. “Estamos entre el barro y el espejismo del agua”, dicen los pocos pescadores que aún buscan sustento en el que fue un importante embalse de la región. Hoy, tardan hasta tres horas en llegar a la parte más profunda del lago: 30 centímetros de agua, y tras ocho horas de trabajo obtienen 10 pesos, “que no alcanzan ni para comer”.
La desecación del lago de Cuitzeo está provocando la pérdida de especies vegetales y animales y de las actividades productivas de cientos de pescadores guanajuatenses de las comunidades de La Ortiga, Parcialidad, El Zapote, Andocutín e Irámuco.
Desde hace algunos años, el nivel de agua del lago de Cuitzeo, del lado guanajuatense, ha bajado considerablemente, por lo que la actividad pesquera se ha convertido sólo en una opción para algunos, ya que la mayoría ha dejado el oficio para buscar oportunidades en el campo y la construcción.
Everardo Ramos Hernández, pescador de Irámuco, explica que el lago de Cuitzeo sufre una evaporación nunca antes vista, que aleja el agua a kilómetros de las comunidades ribereñas.
El pescador dice que “el lago está a 20 por ciento de su capacidad de volumen de agua, es puro lodo; las zonas más profundas sólo tienen 30 centímetros, el resto es sólo un espejismo de agua porque sólo tiene unos cinco centímetros de agua”.
Agrega que si no llueve este año lo más viable es que este cuerpo de agua desaparezca por completo: “La falta de lluvia durante estos dos últimos años y la evaporación nos están dejando sin este hermoso lago; tenemos la esperanza de que este año llueva lo suficiente para aumentar sus niveles, de lo contrario sólo tendremos kilómetros de desierto con polvo”.
Por su parte, Guillermo Maravilla dice que este año ha sido el más difícil desde hace décadas porque hay días en que han trabajado ocho horas para ganar sólo 10 pesos: “Este año ha sido uno de los peores, por eso muchos ya no quieren entrar al lago a pescar; los que entramos es porque no tenemos otro ingreso, y no tenemos ni para comer”.
Indica que el lago ya no tiene agua, “caminamos en el lodo. Tardamos horas en entrar en la zona más profunda, que está a unos tres kilómetros de la orilla; sólo hay unos 20 pescadores de entre cientos. Es muy difícil pescar, compartimos un barril entre cuatro pescadores y nos pagan 150 pesos”.
Los pescadores piden apoyo a las autoridades porque están perdiendo su trabajo por la sequía en el lago de Cuitzeo. Afirman que los pocos apoyos que reciben están sujetos a muchos requisitos, que no cumplen y por eso no tienen apoyo gubernamental.
EN 1900 Y 1970 HUBO DESECACIÓN
Oscar Alejandro Morales Juárez, encargado de Flora y Fauna de la Dirección de Ecología, confirma que la sequía afecta directamente al sector productivo de la ribera del lago de Cuitzeo, que incluye a las comunidades de Irámuco, Parcialidad, Buenavista, Andocutín, El Zapote, La Cañada y La Ortiga, ya que su principal actividad es o fue la pesca.
“En términos de biodiversidad lamentablemente las especies nativas del lago están en riesgo de desaparecer. Hay esfuerzos por parte de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo para que algunos peces se reproduzcan fuera del lugar en previsión de la desecación del lago.
Actualmente la zona que comparte Acámbaro con Zinapécuaro es la que continúa con un poco de agua, pero las condiciones hidrometeorológicas indican que pronto no habrá recarga de agua y muy probablemente esta parte se secará”, advierte.
Agrega que hay referencias de que la desecación total del lago ocurrió en 1900 y 1970, que el periodo de retorno era de 70 años, y ahora el regreso de las sequías es 35 años antes.
Señala que las aves migratorias no se vieron tan afectadas porque su periodo de migración ya ha terminado. “Emigran hacia el norte en esta época del año, cuando empieza la primavera. Podrían haber estado cómodas durante el invierno, pero estamos preocupados porque hay especies endémicas y anfibios que van a sufrir la sequía”.
Indica que la situación es muy crítica desde el punto de vista social, económico y medioambiental. “Esto nos ayuda a concienciar sobre la falta de agua. Es un fenómeno causado por el cambio climático y lo poco o mucho que podamos hacer ayudará a cambiar las condiciones. Debemos ser más conscientes en nuestras acciones cotidianas, tratando de reutilizar el agua y buscar las zonas donde se mueven las aves para hidratarse y luego buscar la manera de que estas zonas no sean perturbadas y continúen siendo un refugio para la fauna de esta zona”.