El proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) ganó el primer lugar en la categoría de transporte (concepto) de los premios Rethinking The Future, a pesar de haber sido cancelado hace dos años por la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
A través de su página web, los organizadores detallaron que el proyecto fue diseñado por el despacho británico Foster + Partners en conjunto con la empresa mexicano-estadounidense FR-EE.
En la publicación se destacaron algunos aspectos que hicieron del proyecto algo único a nivel mundial, como los detalles que resaltaron la cultura mexicana, como los colores intensos o el símbolo mesoamericano del sol y la propia arquitectura del edificio.
“Los colores intensos, característicos de la cultura mexicana, se filtran en los componentes funcionales de la membrana inteligente de la fachada del edificio. El símbolo mesoamericano del sol se evoca en el luminoso vestíbulo central abovedado. Desde la vista inicial desde el cielo y el automóvil, hasta el impresionante momento de entrar, la arquitectura une el cuerpo y el espíritu, la Ciudad de México y el viaje, la tecnología y la historia, en una estructura ligera y unificada que evoca la emoción del viaje”, dijo.
Asimismo, los organizadores indicaron que el nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México fue diseñado para “minimizar los costos y maximizar la experiencia”.
“El edificio es una membrana continua, casi aerodinámica, que permite a cada visitante fluir rápida y eficazmente. La estructura está compuesta por materiales ligeros locales y está sistematizada para un periodo de construcción de 4 años, además de ser ideal para las condiciones del suelo para minimizar el impacto ambiental”, afirmó.
Los Rethinking The Future Awards son un programa anual de premios de arquitectura que identifica y promueve trabajos de diseño destacados en todo el mundo.
Por otro lado, el NAIM se puso en marcha en el sexenio de Enrique Peña Nieto con el objetivo de evitar la saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México; sin embargo, en 2019, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador canceló su construcción por casos de corrupción.