El costo de la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), que fue de 113 mil 327 millones de pesos, alcanzaría para mantener por 35 años cuatro de los órganos constitucionales autónomos que el presidente Andrés Manuel López Obrador pretende incorporar a las secretarías de Estado.
Estos serían el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), la Comisión Reguladora de Energía (CRE), la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), que recibirá tres mil 240 millones 352 mil 648 pesos para 2021.
Incluso, sumando a la lista al Instituto Nacional Electoral (INE), que este año contará con 26 mil 819 millones de pesos para organizar la elección más grande de la historia de México, la cancelación del NAIM alcanzaría para mantener a los cinco organismos durante cuatro años.
“En cuanto termine el proceso electoral, vamos a enviar iniciativas para seguir ahorrando y acabar con los lujos excesivos, extravagantes y onerosos, porque todo esto es lo que nos permite tener un presupuesto para el pueblo, para la gente”, dijo López Obrador en conferencia de prensa el 13 de abril.
Sin embargo, especialistas en Administración Pública consultados por El Sol de México coinciden en que, contrario a lo que afirma el Presidente, la desaparición de estos organismos no se traducirá en un mayor beneficio para la población en materia de salud, educación o pensiones, sino en una pérdida irreparable de pesos y contrapesos necesarios para la democracia.
En el caso específico del INE, José Perdomo, abogado y catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle, recordó que este instituto nació como una conquista de la oposición en 1988, que luchó para que la Secretaría de Gobernación dejara de ser juez y parte, ni se encargara de todo lo relacionado con el proceso electoral.
“No es caro, es muy caro, pero ¿en función de qué? Porque gracias a este instituto hemos combatido, acotado y tratado de poner un dique a la actividad exacerbada que puede ejercer el Ejecutivo Federal, como el control de los partidos, el control de los candidatos y los gastos de campaña”, dijo.
Por su parte, José Pablo Abreu, ex asesor parlamentario en el Poder Legislativo y profesor de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey, explicó que la importancia del INE radica en que es posible llegar con urnas a los rincones más alejados del país para votar, conocer al candidato ganador la misma noche de la elección o contar con credenciales de elector, hechos que antes no sucedían. Las amenazas del Presidente se intensificaron luego de que los órganos autónomos tomaran medidas contra varias disposiciones promovidas por el partido en el poder.
El INE advirtió a López Obrador por mencionar programas sociales durante la veda electoral y retiró las candidaturas de los morenistas Félix Salgado y Raúl Morón por no entregar sus informes de gastos de precampaña.
El Inai informó su decisión de impugnar ante la Suprema Corte el Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (Panaut), mientras que la Cofece presentó una controversia constitucional contra las reformas a la Ley de la Industria Eléctrica.
Abreu explicó que mientras organismos como la CRE, la Cofece o el IFT fueron creados para que las cuestiones técnicas dejaran de operar con tintes políticos, el INE y el Inai fueron creados para ciudadanizar la organización de las elecciones y abrir espacios para la rendición de cuentas.
Perdomo consideró que la intención de desaparecerlos no es por el argumento de la austeridad. “La principal razón por la que (el Presidente) no dice con toda franqueza es que los órganos autónomos del Estado le incomodan para la gestión de todo lo que ha venido haciendo el Ejecutivo federal”.