El príncipe Guillermo, número dos en la sucesión al trono británico, criticó este jueves la carrera del turismo espacial y pidió a “las mentes más brillantes del mundo” que se centren en el planeta, antes de la gran conferencia sobre el clima COP26 que se celebrará en la ciudad escocesa de Glasgow.
“Algunas de las mentes y los cerebros más brillantes del mundo deberían intentar, en primer lugar, arreglar este planeta, no tratar de encontrar el próximo lugar para vivir”, dijo Guillermo, de 39 años, en una entrevista con la BBC antes de la presentación el domingo de la primera edición del Premio Earthshot, creado por él para impulsar soluciones a la crisis climática.
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Estas críticas se producen horas después de que el actor de la serie Star Strek, William Shatner, realizara este miércoles un viaje de unos minutos al espacio a bordo de un cohete de Blue Origin. A sus 90 años, se convirtió en la persona de mayor edad en alcanzar la última frontera.
Este fue el segundo vuelo de pasajeros en el cohete del multimillonario estadounidense Jeff Bezos, fundador de Amazon, que busca consolidarse como un actor importante en el codiciado sector del turismo espacial, en el que también compiten el británico Richard Branson y el magnate estadounidense Elon Musk.
En vísperas de la COP, que comienza el 31 de octubre, el príncipe también elogió a su padre, Carlos, por estar “muy adelantado” en materia de cambio climático y se unió a él para pedir una acción contundente en Glasgow.
El Príncipe de Gales, de 72 años, “ha demostrado estar muy adelantado a su tiempo y más allá de su tiempo al advertir sobre algunos de estos peligros”, dijo Guillermo.
“Pero no debería ser necesario que llegue una tercera generación que tenga que aumentar aún más la presión”, añadió.
“Sería un desastre absoluto que mi hijo Jorge (de 8 años) estuviera aquí hablando con ustedes dentro de 30 años, diciendo todavía lo mismo, porque para entonces será demasiado tarde”, subrayó.
Y advirtió a los líderes mundiales contra “las palabras inteligentes, pero la acción insuficiente”.
“Quiero que las cosas que he disfrutado -el aire libre, la naturaleza, el medio ambiente- estén ahí para mis hijos, y no sólo para mis hijos, sino para los hijos de todos”, dijo.
Carlos, ecologista de toda la vida, dijo el lunes que le preocupaba que los líderes mundiales no hicieran más que hablar y no tomaran medidas contundentes.
Hijo mayor y heredero de la reina Isabel II, Carlos asistirá a la conferencia de dos semanas con su madre, de 95 años.
“Será un desastre si dentro de 30 años seguimos hablando de lo mismo; para entonces será demasiado tarde”.