Tras el asesinato del diputado David Amess, la ministra británica del Interior, Priti Patel, declaró el domingo que se reforzará la seguridad de los parlamentarios tras el segundo ataque de este tipo en cinco años.
El diputado Amess, de 69 años, estaba reunido con algunos de sus electores en una iglesia cuando fue apuñalado el viernes en la pequeña localidad de Leirgh-on-Sea, al este de Londres.
El ataque reavivó el recuerdo del asesinato de la diputada Jo Cox en junio de 2016 a manos de un simpatizante neonazi, pocos días antes del referéndum del Brexit.
Los primeros elementos de la investigación sobre el crimen del viernes, que lleva a cabo el servicio antiterrorista de Scotland Yard, “revelan una motivación potencialmente vinculada al extremismo islamista.”
La ministra del Interior, Priti Patel, ordenó una revisión de las medidas de seguridad de los diputados. “Tenemos que colmar las lagunas” a nivel de los dispositivos de seguridad, declaró el domingo a SkyNews.
Preguntada por el establecimiento de protección policial para los políticos en sus circunscripciones, la ministra aseguró que “se están contemplando todas las opciones” y que ya se han puesto en marcha una “serie de medidas” desde la muerte de Amess el viernes.
Las fuerzas de seguridad se pusieron en contacto con unos 650 diputados, y la policía estaba protegiendo los lugares donde se celebraban las reuniones entre los políticos y sus electores. Algunos de ellos informaron de que, por el momento, dejarían de celebrar estas reuniones cara a cara hasta que se modificara el dispositivo de seguridad.
El hombre detenido por el asesinato es un británico de origen somalí llamado Ali Harbi Ali, según la BBC, y al parecer fue inscrito hace años en Prevent, un plan británico para personas consideradas en riesgo de radicalización.
Se cree que Ali no pasó mucho tiempo en el programa, que es voluntario, y nunca fue un “sujeto de interés” para el MI5, la agencia de seguridad nacional, según la misma fuente. Priti Patel también subrayó el domingo que el programa Prevent estaba siendo analizado para mejorarlo.
La policía y los servicios de seguridad creen que el atacante actuó solo y que estaba “autorradicalizado”, informó The Sunday Times, aunque podría haberse inspirado en Al Shabab, un grupo yihadista somalí vinculado a Al Qaeda.
El padre de Ali, Harbi Ali Kullane, antiguo asesor del primer ministro de Somalia, confirmó a The Sunday Times que su hijo estaba detenido, y admitió que se siente “muy traumatizado”.
La policía dijo que está realizando registros en tres lugares de Londres como parte de una “investigación acelerada”.
La seguridad de los legisladores británicos se puso en el punto de mira tras el Brexit, que agudizó las divisiones políticas.
Desde la muerte de Jo Cox, “han cambiado muchas cosas”, añadió Patel el domingo. Fue un “periodo muy intenso para los parlamentarios” en torno a las medidas de seguridad y se ha hecho “mucho trabajo” desde entonces, dijo el ministro.
Cox, de 41 años y madre de dos hijos, fue asesinada por un extremista de derechas en su circunscripción, cerca de Leeds. En un artículo aparecido el año pasado, el propio Amess evocó la muerte de Cox y opinó que los temores por la seguridad de los diputados “estropean la tradición británica” que quiere que “la gente pueda conocer a sus representantes”.
A diferencia de algunos colegas, Amess publicaba en Twitter la hora de sus reuniones con los electores y las celebraba en lugares públicos, aunque pedía que se registraran con antelación.