El Tribunal Supremo de Estados Unidos mantuvo su posición de no suspender la ley aprobada en Texas que prohíbe el aborto después de las seis semanas de gestación, incluso cuando es fruto de una violación o incesto.
La decisión del máximo tribunal estadounidense se dio a conocer en la madrugada del jueves y fue aprobada por un total de cinco magistrados de los cuatro que votaron a favor de bloquearla.
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), Planned Parenthood, el Centro de Derechos Reproductivos y otras asociaciones habían pedido el lunes al Tribunal Supremo que frenara la aplicación de esta ley mediante una petición de urgencia.
El Tribunal no se pronunció sobre la constitucionalidad de esta ley que entró en vigor 24 horas antes, pero señaló “cuestiones procesales complejas y novedosas”.
Su decisión fue aprobada por cinco magistrados de un total de nueve. Tres de los magistrados fueron elegidos por el expresidente Donald Trump precisamente por su oposición al aborto.
“Los republicanos habían prometido que acabarían con Roe v. Wade y lo han conseguido”, reaccionó en Twitter la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez, en referencia a la histórica decisión del Tribunal Supremo, que en 1973 reconoció el derecho al aborto en Estados Unidos mientras el feto no sea viable fuera del vientre materno, lo que suele ocurrir en torno a las 22 o 24 semanas de embarazo.
La ley de Texas es la más restrictiva sobre el aborto que ha entrado en vigor desde entonces.
El presidente del Tribunal Supremo, John Robert, un conservador moderado, indicó que habría sido partidario de bloquear la ley “sin precedentes” a la espera de una nueva revisión.
Más elocuente, la jueza progresista Sonia Sotomayor consideró la decisión “asombrosa” y acusó a sus homólogos de “esconder la cabeza” ante una ley “diseñada para impedir que las mujeres ejerzan sus derechos constitucionales”.
La ley en cuestión, firmada en mayo por el gobernador republicano Greg Abbott, prohíbe el aborto una vez que se detecta el latido del embrión, después de unas seis semanas de embarazo, cuando la mayoría de las mujeres ni siquiera saben que están embarazadas. Sólo hay una excepción: en caso de peligro para la salud de la mujer.
ACLU declaró que el impacto de la ley será “inmediato y devastador”. “Se ha cortado el acceso a casi cualquier tipo de aborto para millones de personas”, dijo la asociación, que calcula que “aproximadamente entre el 85 y el 90%” de las que abortan en Texas están embarazadas de al menos seis semanas.
Al mismo tiempo, los activistas antiabortistas celebraron la decisión. “Es un momento histórico en la lucha por defender a las mujeres y a los niños del aborto”, dijo Marjorie Dannenfelser, presidenta de la ONG Susan B Anthony List.
En el pasado, otros estados del país intentaron promulgar restricciones al aborto, pero fracasaron debido a la sentencia de 1973. Doce aprobaron leyes similares a la de Texas, pero fueron bloqueadas en los tribunales por violar la jurisprudencia del Tribunal Supremo.
Pero Texas redactó su ley de forma diferente: no corresponde a las autoridades hacer cumplir la medida, sino “exclusivamente” a los ciudadanos, a los que se anima, gracias a una compensación económica, a presentar denuncias civiles contra organizaciones o personas que ayuden a las mujeres a abortar.
Por una cuestión de procedimiento, estas disposiciones complican la intervención de los tribunales federales, que hasta ahora se han negado a conocer de los recursos contra esta ley. El Tribunal Supremo ha seguido su ejemplo, pero ha subrayado que pueden presentarse otros recursos contra esta ley, por ejemplo en los tribunales estatales.
El presidente Joe Biden ha criticado esta ley “radical” que “restringe el acceso de las mujeres a la atención sanitaria que necesitan” y que perjudicará especialmente a las comunidades más desfavorecidas, según el líder demócrata.
Según una encuesta publicada el miércoles por la cadena de televisión NBC, el 54% de los encuestados cree que el aborto debería ser legal en todos o en la mayoría de los casos, mientras que el 42% cree que debería ser ilegal.