SANTIAGO. La polarización se ha instalado en Chile. Formado en la lucha estudiantil, crítico con el modelo neoliberal y posteriormente convertido en diputado, el izquierdista Gabriel Boric es con sólo 35 años el candidato más joven de todos los que aspiran hoy a la Presidencia de Chile y el que mejor encarna el cambio generacional que se exige en las protestas de 2019.
Su mayor reproche a la democracia en la que creció es que continuó un modelo económico establecido durante la dictadura que hizo un Chile individualista, con una clase media y baja endeudada para pagar educación, salud y pensiones privadas.
En ese escenario, Boric es el político con más posibilidades de ganar o pasar a la segunda vuelta tras las elecciones presidenciales del domingo en Chile, según las encuestas que desde 2019 se han equivocado en casi todos sus pronósticos.
Sus detractores critican su inexperiencia y su alianza con el Partido Comunista.
Mientras, con un discurso duro contra la inmigración, el aborto, el matrimonio gay o el feminismo y una posición complaciente con la dictadura, José Antonio Kast es la carta más conservadora en la carrera a La Moneda y su fulgurante ascenso en las últimas semanas ha provocado un tsunami en la derecha chilena.
Sus promesas de cavar una zanja para evitar la migración irregular, en un momento en que la llegada de migrantes se ha disparado, o su compromiso de combatir la violencia en el sur, donde existe un enquistado conflicto entre indígenas y empresas forestales con constantes ataques incendiarios y muertes, son las razones de su éxito y de la resurrección de la ultraderecha.
Como en Estados Unidos, Brasil, España, Hungría y Francia, ahora Chile no se libra del ascenso mundial de la ultraderecha, que por primera vez en mucho tiempo tiene posibilidades de llegar a La Moneda.
El firme avance de la candidatura de Kast contrasta con un país que optó en 2020 por cambiar su Constitución, heredada de la dictadura conservadora de Augusto Pinochet (1973-1990), y encomendó la tarea de redactar una nueva a una asamblea de participación progresista, diversa, paritaria e indígena.