Terrence Floyd, uno de los hermanos del afroamericano George Floyd, interrogó el viernes al expolicía Derek Chauvin, declarado culpable por un jurado de su asesinato en mayo de 2020, sobre los motivos por los que mató a su pariente.
En una emotiva intervención al inicio de la sesión de lectura de la sentencia contra Chauvin, Terrence Floyd ha preguntado al ex agente, sentado en el banquillo de los acusados, sobre lo que pasaba por su cabeza cuando apoyó su rodilla en el cuello de su hermano.
“Mi hermano fue asesinado por Derek Chauvin, lo que todo el mundo sabe. Los hechos de este caso lo han demostrado más allá de toda duda razonable. Hay tres veredictos de culpabilidad“, recordó.
Abrió la sesión Gianna, la hija de 7 años del fallecido, que a través de un vídeo proyectado en la sala dijo que le gustaría que su padre estuviera aquí pero que realmente lo estaba “por su alma”.
Y recordó cómo le cepillaba los dientes. “Si estuviera aquí le diría que le quiero”, indicó la menor, preguntada por otra persona en la grabación.
Otra de las hermanas de Floyd, Philonise, dijo que había acudido al tribunal el viernes para pedir que Chauvin recibiera la máxima condena para poner fin a la tragedia que ha vivido su familia.
Exigió que a Chauvin no se le conceda la libertad bajo fianza o la libertad condicional o que se le reduzca la condena por buen comportamiento.
El ex policía fue declarado culpable en abril por un jurado de homicidio en segundo grado, castigado con hasta 40 años de prisión; asesinato en tercer grado, con una pena máxima de 25 años; y homicidio en segundo grado, que conlleva hasta 10 años de prisión.
Los fiscales han solicitado 30 años de prisión, mientras que su defensa ha pedido la libertad condicional. La pena máxima que puede recibir por ley es de 40 años.
Hace exactamente 13 meses, Chauvin y tres compañeros detuvieron a Floyd, de 46 años, como sospechoso de pasar un billete de 20 dólares falso en una tienda de Minneapolis. Lo esposaron y lo inmovilizaron contra el pavimento en medio de la calle.
A continuación, Chauvin se arrodilló sobre el cuello de Floyd durante casi diez minutos, indiferente a las súplicas de la víctima y de los angustiados transeúntes, e incluso mientras el pulso del cuarentón se desvanecía.
La escena, filmada con un teléfono móvil y subida a las redes por una joven, se hizo rápidamente viral y desencadenó manifestaciones en distintas partes del mundo.
En este contexto, el juicio de Chauvin fue seguido de cerca desde marzo por millones de personas en todo el país.
Durante semanas, se revisó la escena del crimen desde todos los ángulos, se escuchó a los testigos y a las partes, y un número sin precedentes de policías desfiló por la sala, sobre todo para denunciar la actitud de su antiguo colega.
Por su parte, el abogado del expolicía, Eric Nelson, insistió en que Chauvin había seguido los procedimientos policiales vigentes en ese momento y que la muerte de Floyd se debió a problemas de salud agravados por el consumo de drogas.
Los miembros del jurado no quedaron convencidos y tardaron menos de diez horas en declararlo culpable. Su decisión fue recibida con alivio en todo el país, ya que muchos temían que una absolución provocara un malestar peor con la exoneración, una vez más, de un policía blanco.
Pero Nelson no cambió su estrategia de defensa y dijo que su cliente cometió “un error de buena fe” y pidió una sentencia reducida al tiempo ya cumplido, lo que permitiría a su cliente ser liberado inmediatamente.
También advirtió del riesgo de que su cliente, que fue encarcelado tras conocerse el veredicto en un centro de alta seguridad, pudiera ser asesinado en prisión.
Sea cual sea la decisión del tribunal, la defensa presentará un recurso.
Pero el caso no termina con Chauvin: sus tres ex compañeros serán juzgados en marzo de 2022 por la justicia de Minnesota, acusados de complicidad de asesinato.
Paralelamente, los cuatro hombres también se enfrentan a cargos federales por violar los derechos constitucionales de Floyd. Todavía no se ha fijado una fecha para ese juicio.