Hasta la fecha, se han administrado en todo el mundo 7.278 millones de vacunas contra el antivírico 19, lo que, si se distribuyera equitativamente, significaría que el 94% de la población mundial ya estaría protegida, al menos parcialmente.
Sin embargo, debido al número de dosis necesarias para una protección completa y a la monopolización por parte de los países ricos y de renta media, esto no es posible.
Según la Universidad de Oxford, sólo el 0,53% de todas las vacunas administradas en el mundo se han utilizado en países pobres.