El autor del tiroteo en el que murieron nueve personas el miércoles en San José (California, Estados Unidos) y que posteriormente se suicidó, tenía más de 22.000 cartuchos de munición en su casa, a la que prendió fuego deliberadamente, según informó este viernes la policía.El sospechoso, Samuel J. Cassidy, de 57 años, disparó contra sus compañeros de trabajo en el patio de maniobras de la Autoridad de Transporte del Valle de Santa Clara (VTA), pero eligió a quién apuntaba y a quién no. La sheriff del condado de Santa Clara, Laurie Smith, explicó en una rueda de prensa que, al menos en un momento, Cassidy se dirigió a uno de sus compañeros de trabajo y le dijo “a ti no te voy a disparar”.Smith también reveló que el sospechoso efectuó 39 disparos tras entrar en el que era su lugar de trabajo armado con dos pistolas semiautomáticas y once cargadores de munición. El patio de maniobras es donde se almacenan y realizan los trabajos de mantenimiento de los vagones, y el sospechoso estaba empleado como técnico.El resto de los fallecidos, que fueron identificados el jueves por la policía, eran todos empleados de la VTA, y por tanto compañeros de trabajo de Cassidy.Sus nombres y edades son: Paul Delacruz Megia, de 42 años; Taptejdeep Singh, de 36 años; Adrián Balleza, de 29 años; José De Jesús Hernández, de 35 años; Timothy Michael Romo, de 49 años; Michael Joseph Rudometkin, de 40 años; Abdolvahab Alaghmandan, de 63 años; Lars Kepler Lane, de 63 años; y Alex Ward Fritch, de 49 añosLa policía recibió la primera llamada alertando del tiroteo a las 06. 34 hora local del miércoles (13.34 GMT), justo cuando se producía el cambio de turno en el que los empleados del turno de noche se marchaban y los del turno de mañana llegaban. Los agentes que acudieron a la alerta no dispararon ni un solo tiro, sino que acorralaron al sospechoso y vieron cómo se suicidaba de un disparo.Justo antes de dirigirse al lugar de trabajo, el sospechoso preparó un dispositivo de retardo en su casa de San José que provocó un incendio justo cuando disparaba a sus compañeros. La policía sigue investigando los motivos del tiroteo y la ex mujer del sospechoso ha declarado a los medios locales que, décadas atrás, Cassidy ya había amenazado con matar a personas con las que trabajaba.