El expolicía afroamericano Eric Adams se impuso claramente este martes en las elecciones a la alcaldía de Nueva York con el 70,5% de los apoyos, cuando se ha escrutado el 34% de los votos, según las proyecciones de los medios locales.
Adams, demócrata de 61 años, se presentaba como el gran favorito por delante del aspirante republicano, Curtis Sliwa, que hasta ahora ha logrado el 25% de los apoyos, lo que según varios medios como The New York Times, hace imposible una eventual remontada.
De hecho, con estos resultados, Sliwa ha reconocido su derrota en un discurso pronunciado en su sede en el que ha insistido en que su derrota no significa que se rinda ni que abandone.
Adams, actual presidente del distrito neoyorquino de Brooklyn, tomará posesión de su cargo el próximo mes de enero, convirtiéndose en el segundo alcalde negro en dirigir la ciudad, tras David Dinkins, regidor de la Gran Manzana entre 1990 y 1993.
El político, que representa el ala moderada de su partido, se proyectaba como ganador dado el carácter abrumadoramente demócrata de la ciudad, donde hay más de tres millones de votantes demócratas registrados, frente a medio millón de republicanos.
Adams llegó a las elecciones presidenciales tras ganar las primarias del pasado junio, en las que desbancó al ala más progresista del partido, que en los últimos años ha cobrado impulso en Nueva York, con políticos como las congresistas Alexandria Ocasio-Cortez y Jamaal Bowman.
El veterano político, senador estatal entre 2006 y 2013 y presidente de Brooklyn desde 2014, se presentó a las elecciones como la persona adecuada para gestionar la ciudad y sofocar el aumento de la inseguridad y buscando identificarse con el votante de a pie, insistiendo en sus orígenes humildes.
El 1 de enero tomará el relevo del también demócrata Bill de Blasio, que lleva ocho años en el cargo.
Adams tendrá que hacer frente a las diversas crisis que acosan a la mayor ciudad de Estados Unidos: desde la seguridad a la crisis económica, pasando por la falta de vivienda y el aumento de personas que se han quedado sin hogar o que podrían ser desahuciadas ya el año que viene por impago.