MADRID. El Gobierno español indultó este martes a los nueve dirigentes separatistas catalanes encarcelados por el intento de secesión de 2017, una decisión arriesgada con la que busca abrir “una nueva etapa” y atajar la “confrontación” en Cataluña.
“Queremos abrir una nueva etapa de diálogo, de reencuentro, y cerrar de una vez por todas la división y la confrontación”, proclamó el presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, en un comunicado tras el Consejo de Ministros que dio luz verde a los indultos.
Esta decisión “es lo mejor para Cataluña, es lo mejor para España“, dijo Sánchez que, aunque auguró “dificultades en el camino” hacia el entendimiento, cree “que merece la pena intentarlo”.
Los nueve indultados, entre los que se encuentran varios exmiembros del gobierno regional catalán de Carles Puigdemont, fueron condenados en octubre de 2019 a penas de entre 9 y 13 años de prisión por su participación en el fallido intento de independizar Cataluña de España.
La decisión debe cumplir unos trámites administrativos, y las excarcelaciones podrían materializarse este miércoles.
Sánchez explicó que los indultos son parciales, ya que se conmuta la pena de prisión pero no la inhabilitación para ejercer cargos públicos, y están condicionados a que los beneficiarios no cometan delitos graves en un plazo de entre dieciséis y seis años, según el caso.
Asimismo, el Gobierno español anunció que “no convocará un referéndum de autodeterminación en Cataluña ni permitirá una declaración unilateral de independencia”, aseguró la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, tras la concesión del indulto a los soberanistas catalanes condenados a prisión.
En un tono duro, el presidente regional catalán, el separatista Pere Aragonès, dijo que los nueve condenados saldrán “con las ideas intactas, con la voluntad reforzada de construir una república catalana libre y justa”.