Esta semana México será sede del primer diálogo entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición venezolana. Especialistas coincidieron en que esta es una oportunidad para que nuestro país se posicione como una nación mediadora en la resolución de conflictos en América Latina.
El presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que esta semana México será sede del encuentro, que se realizará el próximo viernes 13 de agosto; el lugar exacto está por definirse.
José Antonio Rivas Leone, profesor e investigador de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad de Los Andes, con sede en Mérida, Venezuela, consideró que México debe apostar por la historia, el rescate de la institucionalidad democrática y la vigencia del Estado de Derecho.
“México y el gobierno de López Obrador tienen una oportunidad de oro para ratificar el papel protagónico en los procesos de paz y transición que se dieron en Centroamérica en la década de los ochenta”, dijo.
Por su parte, Eduardo Bueno, académico e investigador de la Universidad de las Américas, dijo que esta negociación podría diferenciarse de las rondas anteriores porque hay un entendimiento, en Washington y Caracas, de que no habrá una solución de un día para otro, sino una transición de largo plazo.
“La idea de que la máxima presión por sí sola conducirá a un avance sin negociación ha sido completamente desacreditada. Eso es muy positivo y muestra la posibilidad de construir acuerdos.”
El gobierno de Maduro exige el reconocimiento de las instituciones que le son afines, así como la suspensión de las sanciones económicas y la liberación de los recursos que considera “secuestrados” fuera del país, como el oro depositado en el Banco de Inglaterra.
Por otro lado, la oposición exige la definición de un amplio calendario electoral, que incluya elecciones presidenciales y parlamentarias. También pide que se aborde de forma prioritaria la emergencia humanitaria que sufre el país.