La vicepresidenta Kamala Harris anunció que Estados Unidos entregará 310 millones de dólares adicionales en ayuda a Centroamérica tras una reunión virtual con el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, ya que ambos países acordaron trabajar juntos para controlar la migración.
El presidente Joe Biden, que se ha alejado del enfoque migratorio de línea dura de su predecesor Donald Trump, encargó a Harris la tarea de liderar los esfuerzos de Estados Unidos con México y los países del llamado Triángulo Norte -El Salvador, Guatemala y Honduras- para evitar que los migrantes crucen a Estados Unidos.
“Queremos trabajar con ustedes (…) de una manera que dé esperanza a la gente de Guatemala, de que habrá una oportunidad para ellos si se quedan en casa”, dijo Harris. Añadió que visitará la región en junio.
Los huracanes consecutivos y el impacto económico de la pandemia en 2020 aumentaron el número de personas que pasan hambre este año en Guatemala, Honduras y El Salvador hasta los 7,8 millones, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU.
Tras la reunión entre Harris y Giammattei, el canciller guatemalteco, Pedro Brolo, dijo que Guatemala y Estados Unidos acordaron “establecer una nueva fuerza de trabajo conjunta de protección fronteriza”, que incluye un pequeño grupo de funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos.
Dijo que unos 16 funcionarios del DHS viajarían inicialmente a Guatemala para capacitar a los funcionarios locales en el fortalecimiento de la infraestructura fronteriza.
Bajo la administración de Trump, un pequeño grupo de funcionarios del DHS también operó en Guatemala durante un tiempo.
Brolo dijo que Harris también habló de ayudar a construir centros para deportados y reforzar la seguridad en los puertos guatemaltecos. Guatemala enviará un equipo a Estados Unidos para ayudar a reunir a los menores guatemaltecos no acompañados con sus padres, dijo.
México dijo que en marzo más de 18.000 niños centroamericanos no acompañados cruzaron su territorio en su camino hacia Estados Unidos.
Brolo culpó a Biden en parte por el aumento de la migración y dijo que los traficantes de personas se valieron de las expectativas de “mayores beneficios” para los migrantes que surgieron con la llegada de la nueva administración estadounidense.
La reunión fue la segunda conversación de Harris en menos de un mes con Giammattei, una señal de la mejor oportunidad que tiene para construir una asociación en la región. Ambos hablaron antes, el 30 de marzo.
Harris aún no ha hablado con los presidentes de Honduras y El Salvador.
Giammattei dijo que Guatemala esperaba su visita, pero quiere llegar a un acuerdo sobre los temas antes de viajar.
“De aquí a junio debemos aspirar a tener una hoja de ruta que sirva para llegar a acuerdos de gobierno a gobierno para poder (…) iniciar el duro camino que tenemos por delante”, añadió.
Los problemas surgieron durante la primera llamada, en marzo, cuando Giammattei preguntó a Harris sobre la posibilidad de comprar vacunas de Covid-19, según dijeron los funcionarios a Reuters. La consulta no se incluyó en el informe de la conversación con Estados Unidos.
El 5 de abril, Guatemala dijo que iba a comprar 16 millones de vacunas rusas Sputnik V para inocular a cerca de la mitad de la población del país.
La oficina de Harris no comentó el asunto, pero un funcionario dijo que no era políticamente sostenible asegurar el suministro de vacunas de otros países antes de inocular a todos los estadounidenses.
Además de la reunión del lunes, Harris también participará en una mesa redonda virtual con representantes de organizaciones comunitarias guatemaltecas el martes.