El gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este martes el lanzamiento de una operación contra el tráfico ilegal de inmigrantes en la frontera con México, como parte de su estrategia para frenar la migración irregular.
Así lo reveló el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, quien sólo dio detalles de la llamada “Operación Centinela” y se limitó a decir que su objetivo es “desmantelar las organizaciones criminales transnacionales que trafican con migrantes hacia Estados Unidos”.
Mayorkas explicó que los contrabandistas y sus cómplices se enfrentarán a “una serie de acciones y sanciones específicas”, como la revocación de sus documentos de viaje y la congelación de sus cuentas bancarias en Estados Unidos.
Están implicados varios organismos gubernamentales, como la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP), el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), las Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) y la Administración para el Control de Drogas (DEA).
Mayorkas anticipó que las acciones que tomarán en los próximos meses “mejorarán la frontera en Estados Unidos y ayudarán a salvar las vidas de los migrantes vulnerables”.
Por su parte, el director interino de la CBP, Troy Miller, detalló que su agencia ha “rescatado” a 4.766 inmigrantes en lo que va de año fiscal en la frontera con México, frente a los 5.232 indocumentados rescatados en el año fiscal 2020.
Miller denunció que las organizaciones de traficantes de personas son responsables de agresiones sexuales, tráfico de personas y abandono de niños pequeños.
Y afirmó que especialmente los menores y las mujeres son abandonados a su suerte por estas organizaciones en zonas remotas y peligrosas sin comida ni agua cuando no pueden seguir el ritmo del grupo.
En ese contexto, aseguró que 250 migrantes murieron en el año fiscal 2020 al intentar cruzar la frontera y que en 2019 se descubrieron 300 restos humanos no identificados que se teme puedan ser de migrantes.
La Administración de Biden trabaja en una estrategia, en cooperación con los gobiernos de Centroamérica y México, para desalentar la migración irregular hacia Estados Unidos, después de que en marzo los agentes fronterizos interceptaran a 172.331 indocumentados, de los cuales 18.890 eran menores no acompañados.