Los miembros europeos del Consejo de Seguridad de la ONU más Estados Unidos pidieron este miércoles en una declaración conjunta “que la Organización de Aviación Civil Internacional investigue urgentemente” el desvío del avión de Ryanair el domingo en Bielorrusia, tras una sesión del máximo órgano del organismo.
Se trata de un hecho “inaceptable y sin precedentes” y los responsables deben “rendir cuentas plenamente”, añade la declaración, que “condena enérgicamente” el suceso y pide la “liberación inmediata” del “periodista independiente” bielorruso Roman Protasevich y su amiga rusa Sofia Sapega, ambos detenidos en Minsk tras la llegada del avión.
La reunión del Consejo de Seguridad, celebrada virtualmente y a puerta cerrada, fue convocada de urgencia por tres miembros europeos: Estonia, Irlanda y Francia.
Además de esos tres países, la declaración está firmada por Noruega, el Reino Unido y Estados Unidos, junto con dos antiguos miembros del Consejo de Seguridad, Alemania y Bélgica.
La exigencia de que el avión aterrice, “con motivos falsos”, “puso en peligro la seguridad de la aviación”, dice la declaración. “Estos actos constituyen un ataque flagrante contra la seguridad de la aviación civil internacional y contra la seguridad europea y demuestran un desprecio flagrante por el derecho internacional”, añadió el texto.
La OACI, con sede en Montreal, tiene previsto celebrar el jueves una reunión de urgencia sobre este asunto. Bielorrusia afirmó que el avión fue desviado a Minsk tras una amenaza de bomba.
Según los diplomáticos, los promotores de la reunión del Consejo de Seguridad ni siquiera intentaron una declaración conjunta del organismo, a la que Rusia probablemente se habría opuesto. Desde el domingo, Moscú ha dado su apoyo explícito a Bielorrusia.
Durante la reunión del Consejo, el embajador adjunto de Rusia, Dmitry Polyanskiy, utilizó las palabras “fake news” (noticias falsas) para describir el incidente desarrollado por europeos y estadounidenses, reafirmando el apoyo de Rusia a las explicaciones bielorrusas de que el avión aterrizó en Minsk debido a una amenaza real de bomba, dijo un diplomático a la AFP bajo condición de anonimato.
Recordando que varios países ya han tomado medidas contra Bielorrusia, los firmantes de la declaración indicaron, sin dar detalles, que “intensificarán [sus] esfuerzos, en particular coordinando [sus] políticas de sanciones, para garantizar que las autoridades bielorrusas asuman la responsabilidad de sus actos”.