Herman Miller ha anunciado que toda su gama de sillas “Aeron” se fabricará con plástico que, de otro modo, acabaría contaminando los océanos.
Con esta iniciativa, la empresa de diseño de muebles prevé reutilizar hasta 150 toneladas de plástico al año, lo que equivale a 15 millones de botellas de plástico.
Según datos de esta firma, cada año llegan al mar unos ocho millones de toneladas de plástico, lo que equivale a descargar en el mar un camión de basura lleno de plástico cada minuto.
Por ello, Herman Miller se une a NextWave como participante activo en la búsqueda de oportunidades para incorporar el plástico reutilizado en sus operaciones globales.
“Herman Miller está orgullosa de los progresos que ha realizado con sus envases y textiles; la empresa se preocupa por seguir participando en la prevención de que el plástico dañino llegue a los océanos, incorporándolo a la icónica silla Aeron, que utiliza hasta 1,13 kilogramos de plástico reutilizado”, señaló la marca en un comunicado.
Destacó que esta idea forma parte de la iniciativa colaborativa y de código abierto “NextWave Plastic“, con la que demuestran su compromiso con la sostenibilidad y su objetivo a largo plazo de aumentar la reutilización de contenido reciclado en todos los materiales utilizados por la compañía en al menos un 50% para 2030, incluyendo el uso de plástico que acaba en los océanos.
“Aeron Onyx Ultra Matte” es el último modelo de una creciente lista de productos en los que la firma incorpora la reutilización de este tipo de materiales en el diseño.
Según la firma, el programa también incluye piezas de la recientemente lanzada colección OE1 Workspace, así como una silla llamada Sayl, bandejas utilitarias integradas en pedestales y su última colección textil Revenio, fabricada con materiales 100% reciclados y que incluye un poliéster biodegradable.
La empresa también dijo que está reduciendo su huella medioambiental con el uso de plástico de origen marino en sus cajas de envío reutilizables, que transportan las piezas a los proveedores y viceversa, y en las bolsas de polietileno que protegen los productos durante el transporte.
“Según las proyecciones actuales, existe el riesgo de que el índice de plásticos que acaban en el océano se triplique. Una de las estrategias vitales para cambiar este destino es demostrar que este tipo de plástico tiene valor”, subrayan.
Pero, ¿cómo se sabe exactamente que los residuos con los que trabaja la marca están destinados al océano?
“Es el plástico que se encuentra a menos de 50 kilómetros de la costa marina (botellas y jarras de plástico, tapones y artes de pesca). Cuando los residuos de plástico se acumulan en las ciudades costeras, los proveedores colaboran con los recolectores locales para recogerlos. Una vez recogido, el plástico se tritura, se lava y se granula. En ese estado, se vende a los fabricantes, que lo prueban y modifican para incorporarlo a la fabricación de productos”, explican.
Se trata de una organización líder de empresas tecnológicas de código abierto y marcas de consumo, cuyo propósito es desarrollar la primera red global de cadenas de suministro de plástico para los océanos.
Reunido por Lonely Whale, el consorcio tiene como objetivo mantener el plástico en la economía y fuera del océano, y se compromete a evitar que 25.000 toneladas de residuos plásticos lleguen a los océanos en 2025 en los países que sufren el mayor impacto de este tipo de contaminación.
Algunas marcas relacionadas con este consorcio son Dell Technologies, Bureo, CPI Card Group, HP Inc, Humanscale, IKEA, Interface, Solgaard, Trek Bicycle y la mencionada Herman Miller.
En 2021, NextWave recibió un reconocimiento en los Premios a la Acción de los ODS de las Naciones Unidas por realizar un cambio positivo para las personas y el planeta.