Washington, D.C.- Frances Haugen, una ex empleada de Facebook que ha sacado a la luz las prácticas de la compañía, denunció este martes que casi nadie fuera de la empresa sabe lo que ocurre dentro de ella, donde el público es “repetidamente engañado” sobre los efectos nocivos de sus plataformas.
Haugen explicó ante la subcomisión de Protección al Consumidor, Productos y Seguridad de Datos del Senado de Estados Unidos que el tiempo que estuvo trabajando en la compañía se dio cuenta de una “verdad devastadora”: la empresa oculta información al público y a los gobiernos.
“Los documentos que he proporcionado al Congreso demuestran que Facebook ha engañado repetidamente al público sobre lo que sus propias investigaciones revelan acerca de la seguridad de los niños, la eficacia de su inteligencia artificial y su papel en la difusión de mensajes divisivos y extremistas”, dijo.
Haugen comparecerá el martes ante el subcomité de la Cámara Alta tras las filtraciones que hizo en los últimos días a The Wall Street Journal. La denunciante reveló su identidad en una entrevista emitida el domingo en el programa “60 Minutes” de la cadena de televisión CBS.
La ex empleada declaró que decidió testificar ante el Congreso porque cree que los productos de Facebook perjudican a los menores, fomentan la división y debilitan la democracia.
“Los líderes de la compañía saben cómo hacer que Facebook e Instagram (propiedad de Facebook) sean más seguros, pero no hacen los cambios necesarios porque anteponen sus astronómicos beneficios a las personas”, acusó.
Haugen, que trabajó como jefe de Producto desde 2006 en el sector tecnológico, en Google, Pinterest, Yelp y Facebook, precisó que su trabajo se centró en los algoritmos y las recomendaciones que se hacen al usuario sobre los productos.
La audiencia del martes en el subcomité del Senado está dedicada principalmente al efecto de Facebook sobre los menores.
Haugen indicó que la compañía tiene estudios propios que señalan que el uso de sus plataformas es perjudicial para los menores, ya que pueden ser adictivas y fomentar hábitos alimenticios que pueden llevar a la anorexia.
Subrayó que dentro de la empresa se toman decisiones “desastrosas” para los niños y adolescentes, así como para la seguridad pública y la privacidad de las personas.
“Por eso hay que exigir a Facebook que haga cambios”, dijo Haugen, quien aseguró que durante su tiempo de trabajo en la firma vio cómo Facebook se inclinaba siempre por sus propios beneficios cuando tenía que elegir entre éstos o la seguridad de los internautas.
“El resultado es más división y más daño”, remarcó.
“En algunos casos, esta peligrosa conversación online ha derivado en una violencia real que daña, e incluso mata, a las personas”, continuó. No se trata sólo de que algunos usuarios de las redes sociales estén enfadados o sean inestables, o de que un bando sea más radical que otro. Se trata de que Facebook ha decidido crecer a cualquier precio”.