El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que está “totalmente a favor” de liberar las patentes de las vacunas anticovíricas, siguiendo la línea de su homólogo estadounidense, Joe Biden.
“Sí, evidentemente debemos hacer de esta vacuna un bien público mundial”, dijo Macron en la inauguración del mayor centro de vacunación de París, en la Puerta de Versalles.
Añadió, sin embargo, que a corto plazo se debe dar prioridad “a la donación de dosis” y a la “producción en colaboración con los países más pobres.”
La declaración de Macron supone un cambio para Francia, que hasta ahora se había opuesto a esta medida por considerar que podría desincentivar la innovación y argumentaba que las patentes sólo deberían levantarse como último recurso.
El día anterior, Biden se mostró a favor de levantar las patentes de las vacunas contra el covid-19, una medida excepcional en un momento en que los países pobres carecen de las preciadas dosis que son clave para frenar la pandemia.
Macron también anunció una aceleración de la campaña de vacunación en Francia: todos los mayores de 50 años podrán vacunarse a partir del 10 de mayo, en lugar del 15 de mayo.
Además, a partir del 12 de mayo, cualquier adulto, sin límite de edad, podrá pedir cita para vacunarse cuando aún haya dosis disponibles.
“No queremos que se desperdicie ni una sola dosis”, subrayó el dirigente francés.
Según la normativa actual, sólo pueden vacunarse los mayores de 55 años o las personas con problemas de salud crónicos.
El gobierno se ha fijado como objetivo vacunar a 20 millones de personas, con la primera dosis, antes del 15 de mayo, y a 30 millones un mes después.
Hasta el martes, 16,4 millones de personas (el 24,50% de la población) habían recibido al menos una dosis y 7,3 millones habían recibido dos (el 10,90% de la población).
El centro de vacunación de la Puerta de Versalles, abierto los 7 días de la semana, vacunará a entre 2.500 y 3.000 personas al día.