Israel continuó el viernes sus bombardeos y disparos de artillería sobre Gaza, en plena escalada militar con los islamistas de Hamás en el poder en la Franja, donde murieron más de 100 personas, mientras la violencia, que ya ha matado a un total de más de 120 personas desde el lunes, en su mayoría palestinos, se extiende por Cisjordania y ciudades israelíes.
El ejército israelí anunció que había intensificado los bombardeos “para infligir graves daños a los túneles” que permiten a los combatientes y dirigentes de Hamás -que han disparado cientos de cohetes contra Israel- moverse por la Franja de Gaza sin ser detectados por las cámaras israelíes, o incluso cruzar al otro lado de la frontera.
Los bombardeos continuaron el viernes y la fuerza aérea atacó una “brigada terrorista” que se preparaba para disparar cohetes contra Israel, según el ejército.
Desde el lunes, cuando comenzó este nuevo ciclo de violencia, 119 palestinos, entre ellos 31 niños, han muerto en la Franja de Gaza, y 830 han resultado heridos, según un último informe del Ministerio de Sanidad.
En Israel, donde el escudo antimisiles Cúpula de Hierro ha interceptado casi el 90% de los 1.800 cohetes lanzados esta semana desde Gaza, el balance ascendió a nueve muertos y cientos de heridos.
Ante este fuego de artillería de los tanques israelíes concentrados a lo largo de la frontera con el enclave, cientos de gazatíes huyeron de sus casas, según testigos presenciales.
“Esos bombardeos eran una locura, como en los videojuegos. Era una verdadera película de terror“, dijo a la AFP Muhamad Najib, de 16 años, un habitante de Gaza para quien “nunca podrá haber” paz con Israel.
En total, el ejército israelí dijo haber bombardeado 150 objetivos, mientras que los cohetes de Hamás fueron lanzados contra ciudades del sur de Israel como Sderot, Ascalon y Beersheba, en el desierto del Negev.
En Gaza, decenas de casas fueron destruidas durante la noche, especialmente en el norte de este pequeño territorio, según periodistas de la AFP.
En el frente diplomático, el Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto reunirse el domingo para debatir la crisis. El Secretario General, Antonio Guterres, ha pedido “el cese de las hostilidades”.
Debido a los riesgos generados por los combates, varias compañías aéreas, como KLM, British Airways, Virgin, Lufthansa e Iberia, cancelaron sus vuelos a Israel.
El ejército desplegó el jueves tanques y otros vehículos blindados a lo largo de la gruesa barrera que separa a Israel del enclave palestino, del que el ejército israelí se retiró unilateralmente en 2005.
Poco después de la medianoche, el portavoz militar afirmó que los soldados israelíes habían entrado en el territorio de Gaza, antes de desmentir la afirmación, citando un “problema de comunicación interna”.
En este tenso contexto, el jueves por la noche se dispararon tres cohetes desde el vecino Líbano contra Israel, pero cayeron en el Mediterráneo, según los militares. Según una fuente militar libanesa, los proyectiles procedían de un sector cercano a un campo de refugiados palestinos.
El nuevo conflicto estalló tras el lanzamiento de una andanada de cohetes desde Gaza hacia Israel en “solidaridad” con los más de 700 palestinos heridos en los disturbios con la policía israelí en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén Este, sector palestino ocupado por Israel desde 1967.
Los disturbios en la explanada, tercer lugar sagrado del Islam, fueron la culminación de fuertes tensiones y enfrentamientos en Jerusalén Este, principalmente por la amenaza de expulsión de familias palestinas en favor de colonos judíos en un barrio de la Ciudad Santa.
Este viernes la violencia llegó también a Cisjordania, donde el ejército israelí mató al menos a dos palestinos en este territorio ocupado. Además, según fuentes palestinas hay más de un centenar de heridos.
Al conflicto con Hamás se suma la escalada entre árabes y judíos en varias ciudades mixtas de Israel, un nivel de violencia no visto desde hace décadas, según la policía israelí.
Casi 1.000 miembros de la policía de fronteras han sido llamados para reforzar las ciudades, escenario de disturbios intercomunitarios desde el martes. Más de 400 personas, judías y árabes, han sido detenidas en los últimos tres días.
El jueves por la noche, un hombre abrió fuego con un arma semiautomática contra un grupo de judíos, hiriendo a una persona en Lod, cerca de Tel Aviv, según un testigo y la policía, que informó de que durante la noche se incendió una sinagoga y se detuvo a 43 personas.
Los grupos de extrema derecha israelíes se enfrentaron en las ciudades con las fuerzas de seguridad y los árabes israelíes, descendientes de palestinos que permanecieron en sus tierras tras la creación de Israel en 1948.
“No toleraremos la anarquía”, advirtió el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, asegurando el jueves que el despliegue de soldados en esas ciudades era una