El gobierno japonés anunció que volverá a prohibir la entrada de nuevos residentes extranjeros en el país, así como la expedición de visados para estudios y estancias cortas, debido a la preocupación por la variante Omicron del coronavirus.
Las restricciones se aplicarán a partir del martes 30 de diciembre y son “una medida inusual y temporal hasta que la situación se aclare por la nueva cepa”, dijo el primer ministro japonés, Fumio Kishida, en declaraciones a la prensa. En vista de un posible empeoramiento de la situación, hemos decidido prohibir las nuevas entradas de todos los países del mundo como medida preventiva y urgente”, dijo. “Japón vuelve a optar por cerrar sus fronteras casi por completo en vista de la propagación de la nueva variante del virus, después de haber relajado sus restricciones a principios de este mes para permitir la entrada de personas con visados de negocios o de estudios”, dijo.
El país asiático ya había decidido en los últimos días endurecer los requisitos de entrada a nueve países donde se había detectado la variante conocida como Omicron (Sudáfrica, Botsuana, Suazilandia, Lesoto, Namibia y Zimbabue, Mozambique, Malawi y Zambia).
Japón aún no ha notificado ningún caso de la nueva variante del SRAS-CoV-2, aunque se está analizando un caso positivo en una persona de Namibia para determinar si podría tratarse de la cepa Omicron, dijo Kishida.
Las infecciones por coronavirus en Japón han disminuido desde el año pasado, manteniéndose por debajo de los doscientos casos diarios en todo el país en las últimas semanas, mientras que el 76,5% de la población está totalmente vacunada.
Este hecho positivo llevó a las autoridades a levantar todas las restricciones internas que se habían impuesto durante meses debido a la pandemia y que afectaban principalmente a negocios como bares y restaurantes.
El gobierno japonés también ha decidido permitir la vuelta al país de los recién llegados el 8 de enero, una medida que afectará a los estudiantes extranjeros, a las personas en prácticas y a los viajeros de negocios, que ya no podrán entrar en el país a partir del martes debido a las nuevas restricciones, pero que no afectará a los extranjeros que ya viven en Japón.
Japón también ha mantenido sus fronteras cerradas a los turistas extranjeros desde la primera fase de la pandemia.