El nuevo embajador de Estados Unidos, Kenneth Lee Salazar, afirmó que la administración del presidente Joe Biden está dispuesta a iniciar una nueva era en las relaciones con México en la que ambas naciones cambien su mentalidad para crear sinergias y nuevas oportunidades en ambos lados de la frontera.
“Es hora de cambiar nuestra forma de pensar para crear sinergias y nuevas oportunidades. Por eso estoy muy emocionado de representar a mi país y trabajar con el presidente (Andrés Manuel) López Obrador y su equipo”, dijo el diplomático estadounidense al presentar sus credenciales al presidente López Obrador el martes.
El mensaje de Salazar al presidente mexicano fue difundido por la Embajada de Estados Unidos la mañana del miércoles y en él se afirma que el presidente Biden desea un trato igualitario entre México y Estados Unidos. “Reafirmamos nuestro compromiso de diálogo para que juntos podamos crear un marco jurídico duradero que beneficie a ambos países”, dijo el Embajador Salazar.
Añadió que este compromiso está vigente desde el inicio de la administración demócrata que se instaló en la Casa Blanca el 20 de enero. “Con las conversaciones entre nuestros presidentes y la visita de la vicepresidenta Kamala Harris a México, y especialmente a través del diálogo económico de alto nivel que tuvo lugar la semana pasada, ese compromiso está ahí”, subrayó.
También afirmó que su país aspira a una nueva era en la que los dos países identifiquen los retos comunes para convertirlos en oportunidades para ambas naciones y el desarrollo de América del Norte.
“Para que ambos países puedan crear prosperidad y empleo. Para que abordemos la migración de forma ordenada, segura y humana. Para que el anhelo de seguridad se experimente a ambos lados de la frontera. Una nueva era en la que podamos mirar el futuro con más esperanza a través de la protección del medio ambiente”, dijo Salazar durante su reunión de 20 minutos con el presidente López Obrador en Palacio Nacional.
Finalmente, el diplomático, que sustituye a Christopher Landau, dijo sentirse orgulloso de asumir el cargo de nuevo representante de la Casa Blanca porque sus raíces mexicanas y estadounidenses siempre han estado presentes en la vida de su familia. “Una familia que es el reflejo de millones de hogares en mi país y es un testimonio de nuestro pasado compartido y del futuro esperanzador que podemos construir juntos a ambos lados de la frontera. Somos dos naciones con un solo pueblo”, concluyó.