En México hay 3.3 millones de niñas, niños y adolescentes que trabajan, cifra que podría aumentar debido a la crisis económica provocada por la pandemia del Covid-19 , advirtió Save the Children México.
“En el país se estima que hay 3.3 millones de niñas, niños y adolescentes que están haciendo trabajo infantil, es una cifra de 2019, pero con la pandemia estimamos que esto va a aumentar como consecuencia del impacto económico que han tenido muchas familias, muchas niñas, niños y adolescentes tendrán que incorporarse al mercado laboral para sobrevivir”, dijo en entrevista con El Sol de México Ivonne Piedras, directora de Comunicación y Campañas de Save the Children México.
Piedras explicó que el problema del trabajo infantil se arrastra desde antes de Covid-19, pero una vez que la enfermedad obligó al encierro, la situación se agrava porque muchos menores se ven obligados a dejar la escuela para incorporarse al mercado laboral. “Las niñas, sobre todo ahora durante la pandemia, son las que se han encargado de cuidar a sus hermanos mientras sus padres salen a trabajar”, comentó la representante de Save the Children.
Indicó que hay menores que participan en trabajos de alto riesgo, como los de los campos agrícolas, en el sector de la construcción, en la minería e incluso en el manejo de pirotecnia.
Como medida de concientización, Save the Children, en alianza con VMLY&R México, lanzó la campaña #NiñezLibreDeTrabajo, con la que buscan sensibilizar sobre la situación del trabajo infantil en el país. Esta campaña consiste en resaltar los riesgos que corren los niños y adolescentes trabajadores a través de imágenes que los muestran en las condiciones en las que trabajan.
“Busca ser una voz para la sociedad y que la gente se apropie de su mensaje compartiéndolo en sus redes sociales, para visibilizar, denunciar y exigir el fin del trabajo infantil”, dijo Luis Madruga Enríquez, Director Creativo de VMLY&R México.
Para enfrentar el problema y evitar que el número de niños trabajadores aumente, proponen: Mejorar las políticas públicas que atiendan las causas estructurales del trabajo infantil, crear políticas empresariales que prevengan el trabajo infantil dentro de las cadenas de suministro e integren la protección de los derechos de los niños en sus prácticas, y sensibilizar a la sociedad sobre el trabajo infantil.