A pesar de ser un referente en materia de igualdad de género, Suecia nunca ha sido gobernada por una mujer, a diferencia del resto de los países nórdicos. Por ello, la elección de Magdalena Andersson como primera ministra fue un acontecimiento histórico; sin embargo, la economista de 54 años dimitió del cargo pocas horas después.
El miércoles por la mañana, Andersson fue elegida por el Parlamento sueco como próxima primera ministra y primera mujer en ocupar el cargo, pero sólo siete horas después dimitió del puesto.
La decisión de la ex ministra de Economía responde a la aprobación en el Parlamento del proyecto de ley de presupuestos de la oposición, así como a la ruptura entre el Partido Verde y los socialdemócratas, a los que ella representa.
“Lamento profundamente los acontecimientos que tuvieron lugar ayer [miércoles] en el Parlamento“, dijo el presidente del órgano legislativo, Andreas Norlen.
Ese alboroto parlamentario “parece incomprensible para el pueblo sueco y daña la confianza en el sistema político”, lamentó durante una rueda de prensa.
Sin embargo, aseguró que, tras sondear a los líderes de los partidos, se mantiene la intención de elegir a Magdalena Andersson como jefa del país, por lo que el próximo lunes se repetirá la votación.
En el sistema sueco, la elección del primer ministro no requiere una mayoría en el Parlamento, sino evitar una mayoría en contra, fijada en 175 escaños. En la votación del pasado miércoles, Andersson obtuvo 117 votos a favor, 174 en contra y 57 abstenciones.
Con información de AFP