París volvió a ser París y este viernes la Torre Eiffel reabrió sus puertas al público tras permanecer cerrada durante ocho meses por la pandemia de Covid-19.
Eran las 12:45 hora local cuando el monumento comenzó a recibir a los primeros turistas, siempre respetando las restricciones sanitarias. El aforo permitido es del 50%, lo que significa que se recibirán unas 13.000 personas al día.
La llamada Dama de Hierro está considerada como el monumento más visitado del mundo, ya que antes de la pandemia recibía más de 7 millones de visitantes diarios. Con el cierre, 350 empleados se vieron afectados.
El 1 de junio comenzaron a venderse las reservas de entradas, y desde esa fecha se han vendido unas 70.000 entradas para julio y agosto: la mitad de ellas compradas por franceses, el 15 por ciento por estadounidenses y un tercio por turistas europeos.
Los británicos siempre acapararon los billetes, pero ahora no destacan en esta lista debido a las normas de viaje que les dificultan el acceso a Francia.
Desde el miércoles 21 de julio, los extranjeros mayores de 18 años que deseen entrar en Francia deben presentar su certificado sanitario.
Los que ya se hayan vacunado contra el coronavirus tendrán que esperar al menos dos semanas después de la segunda dosis o cuatro semanas en el caso de Janssen.
Pero si la persona no ha sido inmunizada, deberá presentar un análisis realizado al menos 48 horas antes de su visita, confirmando que el resultado es negativo al Covid-19.
Estas medidas fueron anunciadas el pasado lunes por el presidente Emmanuel Macron para animar a la población a vacunarse y frenar el impacto de la cuarta oleada que ya ha dado señales de despegue en Francia.