La tragedia del colapso de la Línea 12 del Metro en Ciudad de México dio la vuelta al mundo y fue destacada por la prensa internacional.
Una vez más, un accidente que podría haberse evitado y que se cobró la vida de 24 personas hasta el momento, acaparó los medios de comunicación extranjeros.
Periódicos como El Mundo, The Wall Street Journal, El País, The New York Times y The Guardian fueron sólo algunos que destacaron esta nueva tragedia, que por momentos recordó la pesadilla vivida hace cuatro años, cuando el terremoto del 19 de septiembre de 2017 sacudió a todo el país.
Caos, escombros, gente desesperada por salir y al mismo tiempo por ayudar, fueron algunas de las imágenes que la prensa de todo el mundo utilizó para proyectar la desgracia que anoche miles de mexicanos tuvieron que presenciar ante sus ojos.
Es cierto que las imágenes dicen más que mil palabras, pero eso no fue suficiente para que los medios extranjeros destacaran también en sus artículos las irregularidades y polémicas que surgieron tras la inauguración de la llamada “Línea Dorada” en 2012.
Una línea que nació como un ambicioso proyecto para destacar una capital “vanguardista” durante el gobierno de Marcelo Ebrard, actual secretario de Relaciones Exteriores.
Sin embargo, la “vanguardia y la ambición” desaparecieron anoche junto con los 24 muertos y el centenar de heridos después de que una viga de soporte del Metro, en la estación de Olivos, se desplomara mientras un convoy pasaba por encima.
La inauguración de la línea dorada se produjo en octubre de 2012 con fuertes críticas por el sustancial aumento del costo final de la obra.
En 2013 comenzaron a salir a la luz fallos en la obra y finalmente, en marzo de 2014, se suspendió el servicio en 11 de las 20 estaciones tras detectarse problemas como desniveles, altas vibraciones o desgaste de las vías.
El servicio no se recuperó del todo hasta finales de 2015, pero tras el terremoto de 2017, los vecinos denunciaron grietas en algún tramo de la vía elevada.
Unas quejas que nunca fueron atendidas y que acabaron siendo el presagio de otra tragedia en la historia no solo de la capital sino de todo un país, que ahora clama justicia para las víctimas y exige cárcel para los responsables de la obra.