La Unión Europea (UE) ha detectado que Rusia y China están llevando a cabo campañas de desinformación en los países europeos y en los Balcanes para que los ciudadanos pierdan la confianza en las vacunas producidas por empresas occidentales, al tiempo que intentan promocionar sus propios medicamentos. “La llamada “diplomacia de las vacunas” sigue una lógica de suma cero y se combina con la desinformación y la manipulación para socavar la confianza en las vacunas fabricadas por Occidente, en las instituciones de la UE y en las estrategias de vacunación europeas y occidentales”, señala un informe publicado el miércoles por el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE).
Estas campañas de desinformación son llevadas a cabo tanto por medios de comunicación controlados por ambos países como por medios afines, principalmente en redes sociales como Twitter o Facebook y en varias lenguas oficiales de la UE, como el polaco, el lituano y el checo, pero también el español, el alemán o el italiano.Como ejemplo, el informe del SEAE señala cómo la cuenta oficial de Twitter de la vacuna rusa Sputnik V “ha intentado socavar la confianza del público en la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y ha cuestionado sus procedimientos y su imparcialidad política”.
En concreto, esa cuenta de Twitter acusa a la EMA de “retrasar deliberadamente” la revisión de la vacuna Sputnik V y los medios afines al Kremlin afirman que la UE está “priorizando la geopolítica y los beneficios de las empresas occidentales, por encima del bienestar de los ciudadanos”. Estos medios se dirigen a la audiencia europea con mensajes en los que aseguran que “renunciar a la vacuna Sputnik V sería un suicidio europeo” y que “amplifican” los casos de trombos generados por vacunas como la de AstraZeneca; asimismo, afirman que “el Brexit ha salvado al Reino Unido del caos vacunal que envuelve a la UE”.
También los medios oficiales chinos destacan los riesgos de las vacunas occidentales y, según el documento, promocionan su vacuna como un “bien público mundial” destacando su suministro “estable”, frente a los retrasos que sufre la UE en su campaña de vacunación.
El objetivo de este informe, según fuentes europeas, no es “elaborar una lista negra” de medios que promueven la desinformación, ni atacar directamente a Rusia y China, sino “arrojar luz” sobre estas actividades “difíciles de combatir”.
“No hay instrumentos mágicos que puedan ayudarnos a encontrar una solución”, dijeron las fuentes.