Al menos 10 personas murieron este viernes en la ciudad de Cali, en medio de las manifestaciones antigubernamentales que se iniciaron hace un mes en Colombia y que han sido duramente reprimidas por la fuerza pública, informó este sábado la alcaldía local.
“Diez personas” muertas “es el reporte que tenemos hoy en la mañana”, en hechos relacionados con “la protesta y la dinámica civil” en esta capital del Valle del Cauca, dijo este sábado en Caracol Radio el secretario de Seguridad de la ciudad, Carlos Rojas.
Ocho de las muertes fueron causadas por armas de fuego, según un informe de la policía.
La violencia comenzó temprano, cuando una turba linchó a un funcionario de la Fiscalía que había matado a dos manifestantes por impedirle el paso en una avenida bloqueada. Más tarde, se vio a civiles disparando con rifles junto a la policía, en videos difundidos en las redes sociales.
“En el sur de la ciudad tuvimos un verdadero escenario de enfrentamiento y casi una guerra urbana donde muchas personas no sólo perdieron la vida, sino que tuvimos un número importante de heridos”, lamentó Rojas.
En un mes, el funcionario de la alcaldía contabilizó 550 heridos.
Cali (suroeste), con unos 2,2 millones de habitantes, es el epicentro de violentas protestas y bloqueos de carreteras que han exasperado a una parte de la población y han sido brutalmente reprimidos por la policía.
Los cortes de carreteras dividen al gobierno y al frente más visible de la protesta, que llevan dos semanas dialogando sin llegar a ningún acuerdo.
A los abusos de las fuerzas de seguridad, condenados por la comunidad internacional, se suman los constantes ataques de civiles a los manifestantes e incluso a la misión médica, grabados en numerosos vídeos.
Es “inadmisible que tengamos civiles convirtiendo prácticamente nuestra ciudad en un campo de guerra”, añadió Rojas.
Acorralado por la dureza de las protestas en su contra, el presidente Iván Duque ordenó desplegar unos 7.000 militares en todo el departamento bajo la figura de asistencia militar.
En un mes de levantamiento popular, hasta el viernes se habían registrado 49 muertos en todo el país, según el recuento oficial. La Fiscalía General ha establecido que al menos 17 de los casos tienen una relación directa con las manifestaciones.
Pero la ONG Human Rights Watch afirma tener “denuncias creíbles” de 63 muertes, 28 relacionadas con la crisis.
El estallido comenzó cuando el gobierno quiso cobrar más impuestos a la clase media, castigada por la pandemia, para cubrir el hueco fiscal que dejó la emergencia económica.
Duque desistió de la propuesta, pero la represión policial encendió aún más los ánimos. Hoy las calles están llenas de jóvenes desempleados y sin educación que reclaman un Estado más solidario ante los estragos de Covid-19.