Al menos siete personas murieron en Nueva York por inundaciones repentinas en la noche del miércoles tras las lluvias torrenciales provocadas por la tormenta Ida, que dejó a su paso inundaciones y escenas de caos en el noreste de Estados Unidos.
Las siete muertes en Nueva York, confirmadas a la AFP por fuentes policiales, elevan a al menos 15 el número de víctimas mortales desde que Ida tocó tierra el domingo en Luisiana (sur).
Las calles se convirtieron en ríos en algunas partes de la capital comercial y cultural de Estados Unidos.
Las estaciones de metro también se inundaron y el servicio tuvo que ser interrumpido, según la Autoridad Metropolitana de Transporte, que gestiona el sistema de transporte público de Nueva York.
El Servicio Meteorológico de Estados Unidos (NWS) registró un récord histórico de 80 mm de lluvia en una hora en Central Park.
A media noche, la nueva gobernadora del Estado de Nueva York, Kathy Hochul, declaró el “estado de emergencia” tras las “importantes” inundaciones en todos los condados limítrofes con la ciudad de Nueva York, que podrían afectar a unos 20 millones de personas.
Bill de Blasio, el alcalde saliente de Nueva York, lamentó en un tuit un “acontecimiento meteorológico histórico” y también declaró el “estado de emergencia”.
Cientos de vuelos fueron cancelados en los aeropuertos neoyorquinos de Newark, LaGuardia y JFK. Un vídeo mostró una terminal inundada en Newark.
Según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) de Estados Unidos, es el primer estado de emergencia por inundaciones repentinas que se declara en la historia de la megalópolis, golpeada en octubre de 2012 por el huracán Sandy.
La lluvia comenzó a caer a las 21H30 (01H30 GMT) y, según varios vídeos publicados en Twitter por el NWS, las calles de Brooklyn y Queens se inundaron, haciendo imposible el tráfico.
“No conduzca por las calles inundadas. No sabemos qué profundidad tiene y es muy peligroso. Dé la vuelta en U”, instó el servicio meteorológico.
Las fuertes lluvias y los vientos también arrasaron el condado de Westchester, en el norte de Nueva York, y muchos sótanos de casas se inundaron en cuestión de minutos. Fotos obtenidas por AFP muestran sótanos y primeros pisos de viviendas con al menos 50 centímetros de agua.
El gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, también declaró el estado de emergencia por las lluvias torrenciales que dejaron un muerto.
Además de Nueva York y sus alrededores, se emitió una alerta de tornado para Filadelfia.
“Busquen refugio AHORA. Los objetos voladores serán peligrosos para quienes queden atrapados sin refugio. Diríjanse a un piso inferior y aléjense de las ventanas”, tuiteó la Oficina de Información de Emergencia de Nueva York en su bando.
La tormenta provocó una escena surrealista en Flushing Meadows, donde la lluvia arrasó una pista de tenis cubierta e interrumpió un partido de segunda ronda del Abierto de Estados Unidos entre el sudafricano Kevin Anderson y el argentino Diego Schwartzman.
El agua entró por las cuatro esquinas del techo del recinto, que se puso en 2018 específicamente para permitir que los partidos se jugaran a pesar de la lluvia.
Se espera que Ida continúe hacia el norte, hacia Nueva Inglaterra, el jueves.
“El ciclón post-tropical Ida trae fuertes lluvias generalizadas e inundaciones repentinas potencialmente mortales a lo largo y cerca de su trayectoria”, dijo el Centro Nacional de Huracanes.
El presidente Joe Biden viajará el viernes a Luisiana, donde el huracán Ida, que tocó tierra el domingo, destruyó muchos edificios y dejó sin electricidad a más de un millón de hogares.
Los huracanes son un fenómeno recurrente en el sur de Estados Unidos, pero el calentamiento de la superficie del océano está haciendo que las tormentas sean más potentes, advierten los científicos.
Suponen un riesgo cada vez mayor, sobre todo para las comunidades costeras que se ven afectadas por la subida del nivel del mar.