Las muertes causadas por las drogas cada año se han duplicado en el mundo en la última década, hasta alcanzar cerca de medio millón de personas, mientras que el número de consumidores también ha aumentado un 22% en el mismo periodo, hasta un total de 275 millones.
El Informe Mundial sobre las Drogas de las Naciones Unidas, publicado en Viena, advierte también que la pandemia de Covid-19 aumentó el consumo de drogas en 2020, sobre todo en los países en desarrollo, y fomentó el cultivo ilícito de adormidera para la producción de opio, lo que podría tener repercusiones durante “años”.
En cuanto a México, la superficie de cultivo de amapola disminuyó 23 por ciento durante el periodo 2018-2019 al registrar 21 mil 500 hectáreas frente a las 28 mil del periodo 2017-2018.
El informe, elaborado por el gobierno mexicano y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), señaló que se trata de la segunda disminución consecutiva en términos de cultivo de amapola, pues durante el periodo 20172018 ya se había registrado una reducción del 8 por ciento en comparación con el 2016-2017.
Sin embargo, México sigue siendo el líder en producción de opio (6 por ciento a nivel global), después de Afganistán y Birmania, que en conjunto representaron el 96 por ciento de la producción mundial en 2020.
El Cártel de Sinaloa y Jalisco – Nueva Generación (este último en alianza con el Cártel de Tijuana de los Arellano Félix, señala el informe) son los principales exportadores no sólo de heroína de México a Estados Unidos, sino también de fentanilo y sus análogos.
La producción se localiza en seis estados a lo largo o cerca de la costa del Pacífico, principalmente Sinaloa y Chihuahua en el norte, y Guerrero en el sur. En varios casos, se ha encontrado heroína mezclada con fentanilo y otras sustancias procedentes de México en varios estados del vecino del norte.
En particular, el Cártel de Sinaloa es identificado como proveedor de los grupos del crimen organizado dominicano que operan en el noreste de Estados Unidos, especialmente en Nueva Inglaterra.
Mientras tanto, el consumo de opioides y fentanilo en México sigue siendo muy bajo en comparación con el de Estados Unidos. En cuanto a la marihuana, las incautaciones en México cayeron un 90 por ciento -aunque sigue siendo el líder después de Estados Unidos- en el periodo 2009-2020. A nivel mundial, la presencia de cocaína mucho más barata y de mayor calidad en el mercado permite a la ONU prever un aumento de su consumo en Europa, a pesar de que durante el encierro por la pandemia disminuyó porque suele consumirse en “ambientes sociales”.
Mientras que el consumo de cannabis y sedantes, como las benzodiacepinas, aumentó en 2020 en casi todos los países de los que se dispone de datos.