A principios del siglo XXI, el 20% de la población ocupada en América Latina se dedicaba a la agricultura y la ganadería, en 2019 esta proporción se redujo al 14%, en lo que representó el sector con mayores descensos en cuanto a su peso como empleador en la región, seguido de la manufactura. Por el contrario, el comercio y los servicios emplean cada vez a más personas.