WASHINGTON. Un año después de la violenta invasión del Capitolio, los estadounidenses siguen muy preocupados por la salud de su democracia y cerca de un tercio dice que la violencia contra el Gobierno puede estar a veces justificada, según dos encuestas publicadas el domingo.
El asalto del 6 de enero de 2021 a la sede del Congreso, protagonizado por cientos de partidarios radicales del entonces presidente Donald Trump, fue “un presagio de la creciente violencia política” y de que la democracia estadounidense “está amenazada”, según dos tercios de los encuestados para un sondeo de CBS News.
Mientras tanto, el “orgullo” de los estadounidenses por su democracia ha caído en picado, pasando del 90% en 2002 al 54% actual, según una encuesta de The Washington Post y la Universidad de Maryland.
A medida que se acerca el aniversario, las encuestas ofrecen motivos concretos de preocupación: La CBS descubrió que el 28 por ciento de los encuestados cree que se puede usar la fuerza para defender el resultado de unas elecciones, mientras que el 34 por ciento dijo que a veces se puede justificar una acción violenta contra el gobierno (el porcentaje más alto en décadas).
Los resultados subrayan las opiniones aparentemente casi irreconciliables que dividen a la sociedad, y que el presidente Joe Biden, que asumió su cargo 14 días después de los disturbios, ha prometido superar. Dos tercios de los partidarios de Trump siguen creyendo su acusación infundada de que hubo fraude y que Biden no es un presidente legítimo.
Trump se había dirigido a miles de partidarios poco antes de la invasión, diciéndoles que las elecciones habían sido “amañadas” y que debían “luchar como locos” por la justicia.
Cientos de procesos judiciales y políticos siguen buscando a los culpables materiales e intelectuales de lo ocurrido, estrechando cada vez más el cerco sobre el expresidente.
Las investigaciones se dividen en dos grandes grupos: por un lado, la persecución policial (con el FBI a la cabeza) y judicial de cientos de personas que realizaron actos violentos o vandálicos aquel día; y por otro, el proceso político abierto en el Congreso de EEUU contra personas de la esfera de influencia del ex presidente.
Por otra parte, tres generales retirados de EE.UU. advirtieron que podría producirse otra insurrección después de las elecciones presidenciales de 2024.