El terrorismo yihadista y los extremistas de derecha e izquierda están aprovechando la pandemia, la polarización social y el aumento de la presencia online para difundir su ideología, integrar nuevas narrativas o infiltrarse en nuevas comunidades, con 57 atentados o intentos de ataques terroristas y 449 detenidos en la Unión Europea (UE) durante 2020.
Estas son las conclusiones del informe publicado este martes por Europol, que contabiliza un total de 57 atentados terroristas consumados, fallidos o frustrados durante 2020 en la UE, comunicados por Alemania, Austria, Bélgica, Francia, Italia y España, además de otros 62 incidentes terroristas comunicados por el Reino Unido y dos posibles atentados yihadistas en Suiza, frente a los 119 casos documentados en 2019, de los cuales 64 en el Reino Unido.
Además, un total de 21 personas murieron en atentados terroristas en la UE -otras tres en el Reino Unido y una en Suiza- y, a excepción del asesinato selectivo de Samuel Paty, el profesor decapitado en Francia tras mostrar una caricatura del profeta Mahoma en clase, el resto de las víctimas mortales parecen haber sido elegidas al azar como representantes de poblaciones identificadas como enemigas por motivos ideológicos.
Claudio Galzerano, director del Centro de Lucha contra el Terrorismo de Europol, que presentó el informe Situación y Tendencias del Terrorismo 2021 ante la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior del Parlamento Europeo, dijo que los resultados “demuestran las ramificaciones de una amenaza terrorista que sigue siendo alta en la UE”.
Un total de 449 personas fueron detenidas en 2020 por sospechas de delitos relacionados con el terrorismo en 17 países europeos y 185 en el Reino Unido, “un descenso de un tercio en comparación con años anteriores”, especialmente en 2019, cuando se registraron 1.004 detenciones, de las cuales 281 fueron en suelo británico.
Europol cree que el descenso está probablemente relacionado con la pandemia, pero “no está claro si esto indica una reducción de la actividad terrorista o es el resultado de cambios en las capacidades operativas de las autoridades” durante la emergencia sanitaria.
“En un mundo que se ha vuelto considerablemente más digital, es imperativo atacar la propagación del odio y las ideologías violentas difundidas “en línea”. (…) El objetivo principal de las fuerzas del orden es atacar el extremismo violento y la radicalización para salvar vidas y minimizar los ataques violentos contra nuestra sociedad y nuestro sistema democrático”, declaró la directora ejecutiva de Europol, Catherine de Bolle.
La agencia, con sede en La Haya, señala que “se ha producido un marcado aumento de la intolerancia hacia los opositores políticos, mientras que el número de personas que ejercen la violencia verbal o física también va en aumento”, y la salud mental sigue siendo un problema en relación con el terrorismo y el extremismo violento.
“La situación creada por la pandemia podría ser un factor de estrés adicional, que podría animar a las personas vulnerables a recurrir a la violencia”, advierte Europol.
Mientras que el terrorismo yihadista sigue siendo la mayor amenaza para la UE y con cientos de personas -muchas de ellas con nacionalidad de un país europeo- aún retenidas en campos de detención en Siria, el terrorismo de derechas también ha ampliado su presencia, incorporando narrativas emergentes a su ideología para infiltrarse en comunidades más jóvenes y educadas en línea, que pueden no compartir sus puntos de vista fundamentales.
Sus movilizaciones han estado vinculadas a las protestas contra las medidas oficiales destinadas a contener la pandemia del covid-19, además de las cuestiones climáticas y ecológicas, que achacan al aumento de la inmigración y la superpoblación, con movimientos como el “ecofascismo”, que puede “servir de puente a ideologías basadas en el aceleracionismo, el antisemitismo y el nacionalismo”, señala Europol.
Los sospechosos son cada vez más jóvenes, en algunos casos menores de edad en el momento de la detención, y difunden su propaganda de derechas a través de Internet y plataformas de juegos.
Por su parte, el terrorismo de izquierdas también ha integrado nuevos temas en su narrativa, como el escepticismo ante los avances tecnológicos y científicos, las medidas de contención de pandemias y las cuestiones medioambientales, que se han sumado al antifascismo, el antirracismo y la percepción de la represión estatal.
El apoyo a un Estado kurdo independiente siguió siendo un tema importante para los extremistas anarquistas y de izquierda en 2020.
Italia registró 24 de los 25 atentados terroristas de izquierda y anarquistas en la UE, mientras que el otro tuvo lugar en Francia, con objetivos públicos y privados, como instituciones financieras y edificios gubernamentales, incluido un intento de atentado con cartas bomba.