En México, 63.3 por ciento de los hogares redujeron su gasto durante la pandemia de Covid-19 debido a que alguno de sus integrantes perdió su empleo o se le redujo su salario, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (Ensanut) 2020 sobre Covid-19.
Los datos de la encuesta coordinada por el Ministerio de Salud y el Instituto Nacional de Salud Pública, realizada entre el 17 de agosto y el 14 de noviembre de 2020, mostraron que el 47,1% reportó una reducción en el gasto de alimentos.
Una de las consecuencias de esta reducción es que dos de cada 10 hogares a nivel nacional (20,6 por ciento) disminuyeron la cantidad de alimentos que suelen consumir o dejaron de comer en un día completo por falta de recursos, siendo los indígenas y las familias que dependen de trabajos informales los más afectados. De acuerdo con la encuesta, en el año de la pandemia, los hogares gastaron 1,501 pesos per cápita en alimentos, mientras que un promedio de 400 pesos se destinó a la salud.
En 33.9 por ciento de los hogares al menos uno de sus miembros perdió ingresos durante la contingencia, en 30 por ciento de los hogares al menos uno de sus miembros vio reducido su salario y al menos un miembro de 21.3 por ciento de los hogares perdió su empleo. En las localidades rurales, este gasto fue en promedio 329 pesos menos que en las localidades urbanas.
Al comparar este gasto por región geográfica, el mayor gasto en alimentos se observa en la región Pacífico-Norte, con un promedio de 1,917 pesos per cápita por hogar, seguida por el Distrito Federal y los estados fronterizos del norte con 1,733 pesos y 1,677 pesos, respectivamente.
Estas cifras contrastan con el gasto de los hogares en las zonas centro y sur del país, con 1.254 pesos per cápita en la Península y 1.408 pesos per cápita en la región centro. La fuerte caída de los ingresos de los hogares experimentada por dos terceras partes de los hogares mexicanos como consecuencia de la pandemia provocó un ajuste del gasto en servicios y productos no alimentarios y no sanitarios durante 2020.
Las pérdidas más significativas en el gasto se dan en áreas como el vestido y el calzado, el mantenimiento y la compra de bienes del hogar, y la cultura y el entretenimiento.