El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, recibió hoy el bastón de mando de los pueblos indígenas del país en una ceremonia ancestral celebrada en el páramo andino de la comunidad de Tamboloma, en la provincia de Tungurahua (centro), dos días después de la toma de posesión oficial del cargo.
Lasso, un ex banquero conservador de 65 años, estuvo acompañado en la ceremonia por su esposa María de Lourdes Alcívar, el vicepresidente Alfredo Borrero y el gabinete ministerial, así como por representantes del cuerpo diplomático acreditado en el país.
Un coro de niños indígenas cantando en quechua dio la bienvenida a Lasso, en medio de un escenario multicolor rodeado por el páramo de la cordillera de los Andes y la asistencia de unos 1.500 invitados de las comunidades indígenas, que ondeaban banderas del país.
La ceremonia se desarrolló en quechua, con traducción simultánea al español.
En el centro del escenario se formó la “chakana”, el símbolo más importante de la cultura andina, donde tienen lugar los rituales ceremoniales, adornada con granos, pétalos de flores, frutas, piedras, plantas medicinales y agua.
En medio de la música andina y el olor a palo santo, los líderes indígenas entregaron a Lasso el bastón de mando, que fue previamente purificado en un ritual basado en los principios ancestrales de: “ama quilla, ama shua, ama llulla” que significa no mentir, no robar, no ser ocioso.
El bastón de mando, que es un bastón de madera en el que están tallados el sol, la luna y una serpiente, es un elemento importante en la cosmovisión andina que simboliza el respeto y representa la autoridad.
Además del bastón, Lasso recibió un látigo y un poncho rojo, todos ellos símbolos indígenas.
El prefecto de la provincia de Tungurahua, Manuel Caizabanda, dijo en la ceremonia que este es un día de fiesta para los indígenas al entregar el bastón de mando como una muestra de amistad, confianza y compromiso entre el pueblo y el presidente del país.
“La entrega del bastón de mando significa en el mundo indígena transferir el poder de los pueblos, no sólo espiritual y moral, sino también los buenos deseos y energías positivas de la ‘Pachamama‘ (Madre Tierra)”, dijo Caizabanda, al tiempo que pidió a Lasso atender las necesidades del sector indígena.
El acto, acompañado de danzas ancestrales, fue aprovechado por los dirigentes indígenas para plantear al presidente Lasso una serie de demandas sociales como la ejecución de obras y el apoyo al sector agrícola y ganadero.
El mandatario pronunció un discurso en el que agradeció la entrega del bastón de mando y dijo que su gobierno ha convocado al encuentro de todos los ecuatorianos en la diversidad.
“Quiero agradecer la organización de esta ceremonia de entrega del bastón de mando que recibo con humildad, que lo recibo comprometido con todos ustedes para llevar a cabo y realizar los sueños de prosperidad, de un pueblo que quiere salir adelante, que quiere progresar”, dijo el mandatario.
Lasso, que ganó la presidencia en la segunda vuelta de las elecciones del pasado 11 de abril con el apoyo de las provincias de la Sierra y la Amazonía, que tienen una gran población indígena, pronunció parte de su discurso en quechua, que fue recibido con aplausos.
El presidente hizo varias ofertas a los indígenas, como el impulso de proyectos de canales de riesgo y acequias, la reactivación de las escuelas rurales, la promoción de la educación intercultural bilingüe y la entrega de créditos para el sector agrícola y ganadero.
“Vamos a permitir la importación con menores aranceles de maquinaria e insumos agrícolas para que cueste menos producir (…) Vamos a reforzar los controles en nuestras fronteras para evitar el contrabando de productos agropecuarios que vienen del exterior”, dijo Lasso.
Añadió que no permitirá “la competencia ilegal para los pequeños agricultores y ganaderos ecuatorianos”.
Los anuncios de Lasso fueron aplaudidos por los indígenas, que corearon “¡Viva Lasso! Bravo!”.