La pandemia ha impulsado el autocuidado a través del uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y ha cambiado la forma en que los profesionales de la salud ofrecen sus servicios, lo que a su vez ha abierto desafíos regulatorios y de ciberseguridad, entre otros.
Así lo afirmaron expertos latinoamericanos durante el seminario “Autocuidado Digital“, organizado por la Industria Latinoamericana de Autocuidado Responsable (ILAR) en el marco de su campaña “Cuidarme es Salud”.
El evento contó con la participación del Dr. Omidres Pérez, de la Asociación Iberoamericana de Telesalud y Telemedicina (AITT); Jaime Acosta Gómez, de la Federación Internacional Farmacéutica (FIP); Myrna Martí, consultora internacional en salud y transformación digital; y Francois Martins, de Mercado Libre.
Los expertos señalaron que durante la pandemia, las soluciones digitales han sido clave para que las personas accedan a la información relevante para su salud de forma más rápida y para facilitar el autodiagnóstico y el seguimiento de afecciones o síntomas a través de aplicaciones de salud, dijeron los expertos.
Así, las TIC han contribuido a facilitar y agilizar el seguimiento de los pacientes, el rastreo de los contactos de las personas infectadas por Covid-19 y los lugares de vacunación. Además, los cambios normativos han permitido un mayor y más rápido acceso a los productos sanitarios a través de la compra online.
ILAR indicó que un estudio suyo realizado este 2021 reveló que el 92% de los encuestados consideraba que la telemedicina era una experiencia positiva y el 85% dijo que volvería a utilizarla después de la pandemia.
Además, el 62 por ciento de los encuestados buscó en Internet los precios de los medicamentos, el 28 por ciento información sobre dónde comprarlos, mientras que el 82 por ciento consideró más cómodo comprar los medicamentos por Internet, el 75 por ciento dijo preferir el servicio de entrega a domicilio y el 20 recogerlo en el centro.
“La tendencia mundial es hacia un sistema sanitario híbrido. En los últimos dos años y con la pandemia, se aceleró lo que estaba previsto para los próximos 10 años en la industria tecnológica, sanitaria y digital”, dijo el doctor Pérez.
Añadió que “el reto es que todos los profesionales sanitarios y las áreas implicadas tienen que adaptarse a esta aceleración y ayudar a la comunidad, que ya está viviendo este cambio, a adaptarse de la mejor manera posible y rentable para todos”.
El farmacéutico comunitario Acosta Gómez señaló que una encuesta realizada por la FIP a sus organizaciones miembros en 80 naciones reveló que el 42 por ciento de los países donde hay farmacias online no utilizan la receta electrónica.
El consultor Martí, psicólogo de la Universidad de Buenos Aires con especialidad en salud pública, dijo que las cifras muestran que el 56,4 por ciento de la población mundial utiliza Internet y el 66,6 por ciento es usuario de teléfonos celulares.
“Cuando hablamos de oportunidades y desafíos del autocuidado de la salud pública, tenemos que pensar en ese núcleo que no tiene acceso (a las TIC) y está relegado de los servicios de salud”, agregó.
Martí también destacó que los marcos regulatorios son importantes y las soluciones en los países no son homogéneas.
Seguir utilizando los medios digitales para el acceso a la salud después de la pandemia “no depende sólo de las personas, también depende del contexto institucional, de los marcos regulatorios para que la salud digital, el acceso a la información de los pacientes, que la información de las plataformas de autocuidado pueda ser utilizada por la salud pública”, explicó.
Por ello, los expertos señalaron como “retos” para el autocuidado digital el tema de la regulación, la ciberseguridad, la protección de los datos personales y la lucha contra la desinformación.
“El autocuidado digital es un gran aliado para democratizar el acceso a los productos de autocuidado, promover eficazmente acciones para garantizar que sólo se ofrezcan productos lícitos y de calidad y que el precio siga siendo accesible”, entre otros, añadieron.