Pasar mucho tiempo delante del smartphone, sobre todo en las redes sociales y los juegos, te hace más impulsivo y dispuesto a aceptar recompensas pequeñas pero inmediatas.
Quienes pasan mucho tiempo frente a la pantalla del smartphone son más impulsivos: así lo subraya un estudio alemán publicado en PLOS ONE según el cual esta tendencia se daría sobre todo en quienes utilizan las redes sociales y los juegos. “Ambas aplicaciones ofrecen una gratificación a corto plazo”, dice Tim Schulz van Endert, uno de los investigadores, a la CNN, “en forma de likes en el caso de las sociales, de bonos y premios en el caso de los juegos”.
Lo quiero ahora y lo quiero ya
El estudio observó a un centenar de voluntarios con sus smartphones, evaluando su autocontrol y su propensión a aceptar o no recompensas inmediatas. Descubrió que los que pasaban más tiempo frente a la pantalla tendían a aceptar pequeñas recompensas de forma inmediata, a diferencia de los que eran menos dependientes del teléfono, tenían más autocontrol y estaban dispuestos a esperar más tiempo por recompensas mayores.
Pegados a la pantalla
Del estudio se desprenden otros dos aspectos interesantes: en primer lugar, que la mayoría de los participantes (71%) sobrestimaron el tiempo que utilizaban sus smartphones; en segundo lugar, que en algunos casos el tiempo que pasaban frente a la pantalla superaba las diez horas diarias. “Me sorprendió ver el tiempo que algunas personas dedican a las aplicaciones sociales y de juegos”, dijo van Endert.
¿Cuál es la conexión?
A lo largo de los años, varios estudios han demostrado que la tendencia a preferir las recompensas pequeñas y a corto plazo es un signo de comportamiento negativo; el uso excesivo del teléfono móvil estaría, por tanto, indirectamente relacionado con opciones perjudiciales, como el consumo de drogas o la adicción al alcohol y al juego.
Si bien los resultados de este estudio advierten a quienes son conscientes de ser impulsivos sobre los riesgos del uso excesivo de los teléfonos inteligentes, también proporcionan a los responsables políticos un elemento de reflexión para orientar a los ciudadanos hacia un uso prudente de la tecnología.