Tras una reunión en Kabul con el mulá Abdul Ghani Baradar, los talibanes prometieron a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) garantizar la seguridad de su personal humanitario, además de facilitar las labores de ayuda a su población.
Martin Griiffiths, jefe humanitario de la ONU, detalló que se reunió en la capital afgana con el cofundador de los talibanes -señalado como próximo presidente-, donde reiteró el compromiso de Naciones Unidas de seguir facilitando el apoyo a los civiles necesitados.
Un comunicado oficial emitido por la ONU detalló que se promoverá el papel de las mujeres como elemento clave en el suministro de ayuda, y pidió a todas las partes que garanticen sus derechos, seguridad y bienestar, además de proteger a los civiles, especialmente a las mujeres, niñas y miembros de las minorías.
“Los dirigentes talibanes prometieron que se garantizará la seguridad de los trabajadores humanitarios y el acceso a las personas necesitadas. Los trabajadores humanitarios, tanto hombres como mujeres, tendrán libertad de movimiento”, dice el comunicado.
También se mencionó que las autoridades de la ONU se comprometieron a cooperar con la comunidad humanitaria para garantizar la entrega de asistencia al pueblo de Afganistán.
Según Naciones Unidas, Afganistán se enfrenta a una posible “catástrofe humanitaria”, ya que la mitad de su población vive con necesidad de ayuda humanitaria para sobrevivir, mientras que más de la mitad de los niños menores de cinco años corren el riesgo de sufrir desnutrición aguda.
Por ello, la ONU convocó una conferencia ministerial en Ginebra el 13 de septiembre para buscar fondos de los donantes para reforzar las operaciones humanitarias.