Emilio Lozoya Austin, exsecretario de Petróleos Mexicanos (Pemex), interpuso un recurso de apelación hace casi tres semanas, después de que comenzó a cenar en el Reclusorio Norte, contra las sentencias de prisión que un juez le dictó en los casos Odebrecht y AgroNitrogenados.
Casi en paralelo, el ex director impugnó las dos medidas de seguridad que le impuso el juez José Artemio Zúñiga Mendoza los días 3 y 10 de noviembre, tras concluir que existía un “alto riesgo de fuga” si era puesto en libertad.
La apelación fue remitida por el juez a un tribunal de distrito unificado, que decidirá si la detención de Lozoya debe mantenerse o no, dijo el abogado Alejandro Rojas.
El ex funcionario había evitado la cárcel porque cooperó con la Fiscalía General de la República (FGR) a cambio de declaraciones contra varios funcionarios en ambos casos. Sin embargo, esta situación cambió después de que el ex director fuera sorprendido cenando en un exclusivo restaurante de Ciudad de México.
Desde el 3 de noviembre, la FGR, Pemex y la Unidad de Inteligencia Financiera coincidieron en solicitar un cambio de cautela contra Lozoya. En la audiencia de ayer, a pesar de la oposición de la FGR, el juez concedió a la defensa de Lozoya 14 días naturales más para presentar pruebas a su favor.
Los casos que enfrenta Lozoya son sobre presuntos sobornos que recibió de la constructora Odebrecht y la compra a sobreprecio de la fábrica de fertilizantes AgroNitrogenados cuando era directivo de Pemex. En ambos casos, la defensa propuso bienes inmuebles por valor de más de 5.000 millones de dólares para salir de la cárcel, una propuesta que no se debatió en la vista.
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