La ganadora del Premio Nobel de la Paz Malala Yousafzai, que fue abatida por los talibanes paquistaníes cuando era estudiante, instó a los nuevos gobernantes de Afganistán a permitir que las niñas vuelvan a la escuela.
Hace un mes que los talibanes islamistas, que tomaron el poder en agosto, prohibieron a las alumnas volver a la escuela secundaria, al tiempo que ordenaron a los chicos que retomaran las clases.
Los talibanes han afirmado que permitirán el regreso de las niñas cuando hayan garantizado la seguridad y una estricta segregación según su interpretación de la ley islámica. Sin embargo, muchos son escépticos.
“Que las autoridades talibanes… reviertan la prohibición de facto de la educación de las niñas y reabran inmediatamente las escuelas secundarias para niñas”, clamaron Yousafzai y varias activistas afganas por los derechos de las mujeres en una carta abierta publicada el domingo.
Yousafzai pidió a los líderes de las naciones musulmanas que dejen claro a los talibanes que “la religión no justifica que se impida a las niñas ir a la escuela”.
“Afganistán es ahora el único país del mundo que prohíbe la educación de las niñas”, afirmaron los firmantes, entre los que se encuentra el jefe de la Comisión de Derechos Humanos de Afganistán en el último gobierno respaldado por Estados Unidos, Shaharzad Akbar.
Los firmantes también pidieron a los líderes mundiales del G20 que proporcionen financiación urgente para un plan de educación para los niños afganos.
Yousafzai fue abatida por militantes de Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), el gemelo ideológico de los talibanes afganos, en su ciudad natal del valle de Swat cuando iba en un autobús escolar en 2012.
Ahora, con 24 años, aboga por la educación de las niñas y su Fondo Malala, sin ánimo de lucro, ha invertido 2 millones de dólares en Afganistán.