WASHINGTON – Entre 2016 y 2021 se denunciaron más de 160 casos de mala conducta y abusos de solicitantes de asilo atribuidos a funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), la mayoría en la frontera, según Human Rights Watch (HRW).
Las acusaciones se hicieron en informes internos del DHS, la agencia responsable de la inmigración y la protección de las fronteras, que HRW obtuvo a través de la Ley de Libertad de Información, según un informe del 24 de septiembre.
Los casos se dirigen específicamente a los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) y de la Patrulla de Fronteras y corresponden a informes internos de denuncias recibidas por los agentes de asilo del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE).
Según HRW, las denuncias se refieren a “agresiones, abusos sexuales, violaciones de las garantías procesales, denegación de atención médica, duras condiciones de detención y trato inhumano”.
El gobierno estadounidense también documentó cómo personas con problemas médicos y discapacidades fueron obligadas a permanecer en la frontera bajo el programa “Quédate en México“, según otro extracto del informe obtenido por el medio estadounidense BuzzFeed News.
Se acusó a las autoridades fronterizas de violar los protocolos de protección de los inmigrantes al no proporcionar una atención adecuada a los solicitantes de asilo por razones médicas.
Con información de Víctor Hugo Rico