México enviará a sus atletas olímpicos a los Juegos Olímpicos de Tokio en el avión presidencial del ex presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018), después de que el actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador no haya conseguido aún vender la polémica aeronave.
“A finales de mes está previsto hasta ahora el traslado de los deportistas a los Juegos Olímpicos de Tokio“, reveló este lunes el secretario de Hacienda mexicano, Arturo Herrera, a un grupo de periodistas en Palacio Nacional.
El secretario confirmó que el avión ya salió del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México con destino a California, Estados Unidos, para un mantenimiento de rutina, el cual fue “adelantado para que esté en las mejores condiciones” para el traslado de los atletas.
Cuando el presidente López Obrador llegó al poder en diciembre de 2018, puso en venta el avión presidencial que utilizaba su antecesor por considerarlo demasiado lujoso, sin embargo la aeronave se ha convertido en un dolor de cabeza para el actual gobierno.
El presidente envió el avión a un hangar de Boeing en Estados Unidos, pero tras más de un año sin encontrar comprador, regresó a México, donde López Obrador anunció un sorteo para deshacerse de la aeronave, que finalmente resultó en septiembre del año pasado en una rifa simbólica en la que sólo se rifó el valor de la aeronave.
El secretario de Hacienda explicó este lunes que “se acaba de iniciar un nuevo proceso de compra” y que el mantenimiento que se realizará en Estados Unidos servirá para “determinar el estado actual y los precios base” de la negociación.
El famoso avión es un Boeing 787, apodado Dreamliner, con una autonomía de 14,5 horas y una velocidad de 900 kilómetros por hora, que fue adaptado para el uso del presidente y su equipo, con un elegante y completo dormitorio, cinta de correr, asientos de cuero, cocina y sala de prensa.
Aunque fue adquirida por el presidente Felipe Calderón (2006-2012) por un precio de escándalo de 218,7 millones de dólares, la aeronave llegó a México en 2016 y fue utilizada para las giras nacionales e internacionales de Peña Nieto.
Como líder de la oposición, López Obrador popularizó la frase de que un avión tan lujoso “no lo tiene ni Obama”.