En Colombia y México, defender el medio ambiente se ha convertido casi en una sentencia de muerte: los dos países registran el mayor número de asesinatos de defensores del medio ambiente en el mundo, con 65 y 30 homicidios en 2020, respectivamente, según un estudio de Global Witness.
La organización también señala a 2020 como el año más mortífero desde que lleva la cuenta, con 227 asesinatos de líderes ambientales en todo el planeta, lo que significa, de media, cuatro líderes asesinados por semana, y superando el récord de 2019, con 212 muertes violentas.
La pandemia, en lugar de reducir los crímenes, convirtió a los defensores en un objetivo más fácil al estar encerrados en sus casas. La organización advierte de un aumento del tipo de amenazas, con más detenciones, campañas de desprestigio y criminalización bajo la retórica antiterrorista.
América Latina sigue siendo la región más peligrosa del mundo para los defensores del medio ambiente: 3 de cada 4 ataques registrados en 2020 ocurrieron en la región y 7 de los 10 países más afectados son latinoamericanos.
En México, donde los ataques aumentaron un 67% respecto al año anterior, el pueblo kumiai se organizó para denunciar que una empresa cervecera acaparaba el agua potable de su región. Oscar Eyraud, uno de sus líderes, fue asesinado el pasado mes de septiembre.
El informe señala que muchos gobiernos “no protegen a los defensores del medio ambiente: en muchos casos ejercen la violencia contra ellos directamente y en otros pueden ser cómplices de empresas” interesadas en silenciar a los activistas.