Cientos de militares retirados, algunos con sables, se manifestaron el martes en una plaza de Lima para rechazar un supuesto “fraude” en la segunda vuelta presidencial del 6 de junio en Perú, en línea con las denuncias de la candidata derechista Keiko Fujimori.
Aunque el gobierno interino centrista y los observadores de la OEA aseguraron que las elecciones fueron limpias, Fujimori y sus partidarios insisten en que hubo fraude a favor del izquierdista Pedro Castillo, que salió primero en el conteo final, aunque el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) aún debe resolver las impugnaciones antes de proclamar al ganador.
“Queremos la verdad, queremos que el JNE […] revise todos los pedidos que se han hecho en las mesas de votación”, dijo el general Fernando Ordóñez, retirado de la Fuerza Aérea, en el mitin celebrado en el Óvalo Quiñónez de Lima, donde se pudieron ver muchas banderas peruanas y pancartas contra el comunismo.
Muchos militares llevaban sus uniformes o chaquetas de piloto, así como boinas y gorras de las instituciones en las que sirvieron, y algunos incluso llevaban sus espadas o sables, observaron los periodistas de la AFP.
“El comunismo no puede entrar en este país. Somos un país que tiene mucha riqueza, pero hay desigualdades, tenemos que trabajar en eso, pero no de esta manera”, dijo a la AFP el capitán de navío retirado Jorge del Águila.
Por su parte, la embajada de Estados Unidos en Lima indicó el martes que espera “trabajar con el nuevo gobierno una vez que el JNE haya completado su trabajo” y destacó la “fuerte y duradera colaboración bilateral”. “Confiamos en las instituciones de Perú“, subrayó en un tuit.
La hija del encarcelado ex presidente Alberto Fujimori comenzó a denunciar un fraude cuando Castillo la superó en el lento escrutinio, sin aportar pruebas convincentes.
“No queremos un golpe de Estado, queremos democracia, y eso es lo que no está ocurriendo actualmente” en Perú, dijo a la AFP un comandante retirado de la Fuerza Aérea, que pidió no ser nombrado.
“Si es un proceso justo se respeta, pero esa imagen no se está dando. Los (militares) que están en servicio activo sí tienen una función constitucional y no deben cubrir a un bando o a otro”, dijo un teniente coronel retirado del Ejército, que portaba su espada, y que tampoco quiso revelar su identidad.
Esta inusual manifestación fue convocada en las redes sociales después de que el presidente interino peruano, Francisco Sagasti, condenara los llamamientos de los oficiales retirados a los jefes de las Fuerzas Armadas para que impidan que Castillo sea proclamado ganador de las elecciones.
“Es inaceptable […] que un grupo de retirados de las Fuerzas Armadas pretenda incitar a los altos mandos del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea a romper el estado de derecho”, dijo Sagasti el viernes en un mensaje en televisión.
Las palabras de Sagasti enfurecieron a muchos oficiales retirados, que las interpretaron como un apoyo velado a Castillo, un maestro rural de Cajamarca.
“El plantón es para mostrar nuestro rechazo a las palabras del presidente encargado, que ha tratado de amenazar con nuestras cartas”, dijo en la concentración el almirante retirado y legislador electo José Cueto.
Los manifestantes, entre los que también había personas ajenas al mundo militar, corearon “comunismo nunca más”, “abajo el comunismo” y otras consignas en defensa de sus votos.
Varios oficiales llevaban sus espadas o sables, días después de que se criticara al bando de Castillo porque algunos campesinos llevaban sus machetes en un mitin en Lima.
Una mujer levantó una pancarta en la que se leía “quítate el sombrero y ponte la bandera”, en alusión a Castillo, que siempre lleva un sombrero blanco de copa alta, típico de los campesinos de Cajamarca.
Mientras Perú sigue en vilo a la espera de conocer al ganador de las elecciones y los mercados reflejan la incertidumbre política, la jefa de gabinete, Violeta Bermúdez, reiteró este martes que los comicios fueron limpios y que “no hay ningún indicio” de fraude.
Destacó que así lo han dicho los observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) “que han supervisado las elecciones y que indican que se han desarrollado con normalidad”.
El escrutinio del 100% de las mesas de votación culminó hace una semana y dio el 50,12% a Castillo, con 44 mil votos de ventaja sobre Fujimori, que obtuvo el 49,87%.