La capital india se vio envuelta el jueves en una densa y tóxica nube de contaminación mientras familias y amigos se reunían para celebrar el Diwali, el Año Nuevo hindú que amenaza con aumentar las infecciones de Covid-19.
Nueva Delhi figura entre las ciudades más contaminadas del planeta, tanto por sus emisiones de gases tóxicos procedentes de la industria y el tráfico de vehículos, como por las quemas agrícolas que saturan el aire cada invierno.
Sus 20 millones de habitantes se despertaron con una bruma gris-amarillenta, que podría espesarse aún más en los próximos días, según las previsiones de los expertos.
Los niveles de partículas contaminantes PM2,5, las más finas y por tanto más peligrosas, alcanzaron un máximo de casi 389 el jueves, según las estaciones de control de la calidad del aire de la agencia gubernamental SAFAR.
Este nivel es 15 veces superior a los límites de seguridad recomendados por la Organización Mundial de la Salud.
La SAFAR aconsejó a los residentes que evitaran las actividades al aire libre y usaran mascarillas.
La agencia advirtió además que los fuegos artificiales ilegales, que tradicionalmente se encienden en Diwali, podrían aumentar aún más los índices de contaminación el viernes.
Este fenómeno también se ve acentuado por las quemas que realizan los agricultores de los estados vecinos, ya que utilizan el fuego para limpiar sus campos antes de plantar.
La fiesta marca el mítico triunfo del dios Rama contra el demonio Ravana en la actual isla de Sri Lanka y el regreso de la deidad a casa tras pasar catorce años en el exilio, por lo que los habitantes del subcontinente iluminan el camino de vuelta con velas. “La gente organiza muchas fiestas para el Diwali y se hacen regalos, es el momento más festivo del año para los indios, y todos nos unimos a pesar de las diferencias religiosas en este país tan diverso”, explica a Efe Aneesha, una joven india residente en Nueva Delhi que va a pasar esta festividad rodeada de su familia.
Esta importante celebración hindú, en la que se acostumbra a visitar a familiares y amigos para cenar e intercambiar regalos y dulces, podría aumentar los contagios en la nación asiática, que a día de hoy presenta una de las tasas más bajas desde el inicio de la pandemia, con 12.885 positivos y 461 muertos en las últimas 24 horas.