Tras ser reconocida y entrar en la lista de la revista TIME como la única mexicana en lograr la designación de líder mundial en 2021 Olimpia sueña con estar algún día frente a Mark Zuckerberg y decirle: “Mark querido y desde mi alma si no permitieras que tu algoritmo en Facebook subiera imágenes de nuestros cuerpos desnudos sin consentimiento salvarías muchas vidas y yo puedo ayudarte”.
La joven que ha encabezado manifestaciones y movilizaciones en México para promover reformas legales para visibilizar la violencia digital asegura que la ley Olimpia es más que un conjunto de reformas, un cambio legislativo, es una causa que ayuda a cambiar el lenguaje, dejar de hablar de porno de venganza y empezar a hablar de violencia digital como la primera justicia y no que las víctimas sean provocadoras de la violencia.
Duda que algún día pueda conseguirlo, pero es un sueño para iniciar un cambio radical. “Me gustaría que las empresas globales, las empresas sociodigitales, los propietarios como Mark permitan que lo que no está regulado lo podamos regular, yo les ayudo”.
Esto iniciaría un cambio radical y “ver un internet más igualitario y justo, donde las mujeres podamos habitar sin tener miedo, que sus algoritmos jueguen con nuestras dignidades y que sus algoritmos secuestren nuestra sexualidad.”
Lo que se observa es la “coparticipación y a veces la complicidad que tienen las empresas sociodigitales, no dan información, tardan en darla. No sé si es por omisión, por acción, por dolo o por culpa, pero en muchos casos en los que los agresores no están plenamente identificados para las víctimas y se trata de un perfil anónimo en Facebook e Instagram han tardado hasta seis o nueve meses en facilitar información a las instituciones. No es sólo el trabajo del Ministerio Público, de las fiscalías, de la administración pública”.
En entrevista con El Sol de México Olimpia Coral Melo Cruz (1995) asegura que ahora la lucha feminista continúa en América Latina, en Argentina y Ecuador.
“Si mi nombre y mi rostro en la revista TIME, si la visibilidad mundial sirve a otras mujeres, será importante porque sé lo que se siente no ser mencionada, ser minimizada, ser desacreditada y sé lo que se siente que hablen de ti en tu pequeño mundo, como Huachinango, Puebla, y que te traten como si fueras una basura, una criminal, injustamente”.
Hoy, tres meses después de la aprobación de la Ley en el Congreso, Olimpia se dirige al mundo que ultrajó su intimidad al difundir un video que grabó con su pareja de manera consentida y que fue difundido en redes sociales en 2008, dice: “Les dije que nosotras no teníamos la culpa, que nuestras vaginas no eran un fin, que nuestros cuerpos no eran para su placer sexual, que teníamos derecho a la intimidad y teníamos razón”.
A pesar de lo que ha conseguido, la joven asegura que en su caso le gustaría la máxima pena para su agresor, “por mucho que me pagaran para reparar el daño y meter a mi agresor en la cárcel, sigo sintiendo miedo”, al final es un punto de partida para cambiar lo que hay que cambiar.
“Ese vídeo es como un tatuaje en tu piel. Es algo que no te puedes quitar nunca. No puedes aplicar el Lupillo Rivera (borrarlo), es algo que te presentas, que asumes y que se convierte en parte de ti. Cuando te quitas ese estigma no soy sólo mi vagina, mis tetas, mis michelines, sino lo que realmente quiero decir. No me refiero a un vídeo sexual, no soy una gordita, eso es lo que han dicho”.
Olimpia asegura que lo que pasó ese año “es como una especie de cáncer: vas a terapias, a lugares de apoyo, estoy con mis compañeros y me hacen sentir que no estoy sola. A lo mejor vas al médico y te quitan el tumor canceroso, pero siempre tienen miedo de que la célula vuelva, de que te joda la vida, pero a diferencia de la Olimpia de ayer, la Olimpia de hoy puede defenderse”.
Se define como mexicana, huauchinanguense, poblana, serrana, hija de Josefina, nieta de Teresa, bisnieta de Olimpia y tataranieta de Hermila, hermana de Abigail y hermana de muchas más del movimiento.
“Soy feminista, defensora de los espacios libres de violencia, soy una mujer humana que siente, que llora, que ve el mundo con una esperanza mayor que la mujer que era hace unos años y que está entendiendo que la salud mental, la vida, la paz y la felicidad son cosas por las que tenemos que luchar, aspiro a que podamos conseguirlo.”
El miércoles 15 de septiembre, justo en el Día de la Independencia de México, Olimpia Coral Melo camina por Tlatelolco, Ciudad de México, junto a su perro, suena el teléfono y escucha a su madre decirle que la revista TIME la ha colocado junto a cien figuras mundiales. Al principio piensa que es sólo en México, le explica y se sorprende.
Cuelga, se emociona y le viene a la mente la imagen de un meme argentino y la frase retumba en su cerebro: “Mira, mira… ¡La has cagado!
Se ve a sí misma levantando su izquierda