La provincia de Punjab, la más poblada de Pakistán, amenazó el viernes con cortar el teléfono a quienes se nieguen a vacunarse contra el covid-19, una medida para combatir las bajísimas tasas de inmunización de la población.
Sólo se han administrado 10,5 millones de dosis en este país de 220 millones de habitantes, lo que ya ha llevado a la provincia de Sind a anunciar que sus funcionarios reacios a las vacunas no recibirán sus salarios a partir de julio.
En el Punjab, donde se encuentra la ciudad de Lahore, la demanda para vacunarse se ha ralentizado a medida que la tercera oleada del virus en Pakistán se estabiliza tras semanas de restricciones.
“Al principio era sólo una propuesta, pero como la gente es realmente reacia, hemos decidido actuar”, justificó Hamad Raza, portavoz de los servicios sanitarios del Punjab.
Según él, la agencia estatal de telecomunicaciones debe decidir cómo aplicar la medida.
La campaña de vacunación, impulsada principalmente con el apoyo de China, se ve obstaculizada por la preocupación por los efectos secundarios, alimentada por la desinformación que relaciona estos medicamentos con la infertilidad o la muerte a los dos años de la inyección.
“El nivel de educación en Pakistán es muy bajo y algunas personas difunden rumores y desinformación”, dijo a la AFP Salman Haseb, presidente de la Asociación de Médicos Jóvenes de Pakistán.
En Lahore, la amenaza no fue bien recibida.
“Va a ser duro no poder usar mi teléfono… pero me da mucho miedo la vacuna”, dijo Saima Bibi, trabajadora doméstica.
“No podemos obligar a la gente a vacunarse”, opinó Farwa Husain, profesora de la ciudad de Rawalpindi, que ya ha recibido la primera dosis. “Eso me hace desconfiar”, añadió.
Para animar a la población, las autoridades prometen que podrán acudir a cines, salas de fiesta y lugares de culto, y que se levantarán las restricciones a los comercios y tiendas una vez que el 20% de la población de un distrito esté inmunizada.
En las zonas rurales, se instalarán centros de vacunación móviles cerca de los templos.
Oficialmente, Pakistán ha registrado 21.500 muertes por covirus, aunque se considera que la cifra está muy por debajo de la realidad debido a la falta de pruebas suficientes.