Pedro Castillo es el nuevo presidente de Perú, lo que supone el inicio de una nueva era en el país, que culmina con un presidente que es maestro rural de profesión y líder sindical de izquierdas.
Su toma de posesión podría marcar el fin de la gran inestabilidad política que ha vivido el país, que ha tenido hasta cuatro presidentes en los últimos tres años, pero ¿por qué se ha llegado a este punto crítico?
Perú tiene un sistema político en el que el presidente, elegido por sufragio universal, es el jefe del Estado. Sin embargo, el sistema tiene una peculiaridad que sólo comparte con Venezuela y Ecuador: El Congreso, con algo menos de 130 diputados, sólo tiene una cámara legislativa.
Asimismo, este sistema ha introducido instituciones o mecanismos parlamentarios europeos para evitar que los presidentes tiendan al autoritarismo, lo que ha dado lugar a mociones de censura.
Dichas mociones son mandatos de renuncia a través de los cuales los gabinetes de ministros y los presupuestos del poder ejecutivo se someten al control y aprobación del Congreso.
Además, en Perú existe la posibilidad de “vacancia por incapacidad moral del presidente”, que tiene un ámbito de aplicación diferente al de otros países.
A diferencia del procedimiento de destitución, la vacancia no tiene teóricamente por objeto condenar o castigar al presidente, sino verificar si tiene las condiciones óptimas para ejercer el cargo.
Sin embargo, el mecanismo puede utilizarse para cualquier cosa, desde la enfermedad o la muerte del presidente hasta su autoridad “moral” para ejercer el cargo.
El 20% de los diputados puede proponer una vacante, el 40% puede permitirla y el 66% (87 de 130 diputados) puede aceptarla.
Esto deja claro que será difícil que un presidente que no tenga un cierto número de diputados de su lado pueda gobernar durante un largo periodo de tiempo, ya que cualquier cuestionamiento puede ser utilizado en su contra como incompetente.
Cabe destacar que la corrupción es una de las acusaciones más comunes contra los funcionarios públicos, lo que también facilita el inicio de procedimientos que terminan con la destitución del presidente.
Así, en tres años, llegó a la presidencia Pedro Pablo Kuczynski, quien fue sucedido por Martín Vizcarra, quien luego fue obligado a dejar el cargo, y Manuel Merino ocupó su lugar.
Merino también se enfrentó a su propia crisis institucional y acabó dimitiendo para dar paso a Francisco Sagasti, que estuvo en el poder hasta hace poco, cuando Castillo fue finalmente elegido y asumió el cargo el 28 de julio.
Con información de EFE y AFP