La contaminación del aire, ese fantasma que nos persigue desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, no es cosa de broma. Pero, ¿qué contamina el aire? Al parecer, tenemos mucho que responder por ello. Acompáñame en este recorrido para descubrir cómo hemos logrado crear un cóctel de gases y partículas que nos está asfixiando a todos.
Las causas: combustibles fósiles, industria y transporte
No sorprende que al analizar las causas de la contaminación del aire en España, las principales fuentes sean la quema de combustibles fósiles en los sectores industrial y del transporte por carretera. En concreto, el sector industrial se divide en fábricas y centrales de producción de electricidad, responsables de la mitad de la electricidad consumida en el país.
Pero hay más, según el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, el transporte es responsable del 32% de las emisiones de gases de efecto invernadero en el país, y de este porcentaje, el 81% corresponde al transporte terrestre, es decir, automóviles, camiones, motocicletas, etc.
La supremacía del automóvil
Lo peor es que la carretera es el principal medio de transporte en España, con un enorme 90% de representatividad. Y aquí viene el golpe bajo: el coche privado consume la mitad de los recursos energéticos, mientras que el transporte público solo representa el 3%. Y para añadir insulto a la herida, el índice medio de ocupación de los vehículos privados es de 1,2 personas por coche. ¿No sería más lógico compartir más y contaminar menos?
El transporte de mercancías: un gran impacto
Según la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, el transporte de mercancías en el país se divide en un 74.4% por carretera, 19.5% por ferrocarril, 5.7% por mar y 0.4% por aire.
En cuanto al impacto ambiental del transporte de mercancías por carretera, un estudio realizado por el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático muestra que este medio de transporte es responsable del 8.7% de las emisiones de gases de efecto invernadero en México. Además, el transporte de mercancías por carretera emite entre el 35 y el 40% de los óxidos de nitrógeno y partículas en suspensión, lo cual contribuye significativamente a la contaminación del aire.
Es importante tener en cuenta estos datos para buscar formas más sostenibles y eficientes de transportar mercancías en el país, y así reducir su impacto ambiental.
Productos químicos: agricultura y salud
Dejando a un lado la industria y moverse por el país, tenemos un enemigo invisible: los productos químicos usados en la agricultura. Resulta que estos compuestos son la principal causa de un buen número de enfermedades respiratorias en la población mundial.
Opciones para mitigar la situación
Aunque el panorama parece sombrío, existen opciones para mejorar nuestra situación. La energía solar, por ejemplo, representa una alternativa limpia y sostenible frente a los daños causados por la quema de combustibles fósiles.
Estudios sobre la contaminación del aire
En los últimos 150 años, hemos enviado a la atmósfera los mismos niveles de dióxido de carbono que durante cientos de miles de años anteriores. ¿No es eso una hazaña? Y en la lista de países más contaminantes, China encabeza el ranking, seguida de Estados Unidos, India, Rusia y Japón.
La afectación a nuestro entorno
La contaminación del aire no solo nos afecta a nosotros, sino también a animales, cultivos, ciudades, bosques y ecosistemas acuáticos. Algunas consecuencias incluyen:
- Evitar la fotosíntesis de las plantas.
- Lluvia ácida.
- Agotamiento de la capa de ozono.
- Calentamiento global.
- Efecto invernadero.
La salud humana, la mayor perjudicada
Pero, sin lugar a dudas, lo más preocupante es cómo afecta la exposición continua a los contaminantes del aire en la salud humana. La contaminación del aire puede causar problemas cardiovasculares, alergias, ataques de asma, conjuntivitis, enfermedades bronquiales, cáncer de pulmón o piel, problemas de visión y desarrollo mental, entre otros.
Los niños, los ancianos, las mujeres embarazadas y los enfermos son los más vulnerables. La relación directa entre el aumento de partículas contaminantes en las ciudades y el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, como la aterosclerosis, ha sido establecida por algunos científicos.
El precio que pagamos
Por último, los grupos de personas que viven en áreas urbanas con altos volúmenes de tráfico tienen más problemas respiratorios que el promedio y son más propensos a desarrollar enfermedades. Los casos de niños con bronquitis y desarrollo pulmonar lento son mucho más comunes en las grandes ciudades.
Así es que, mi querido lector, la próxima vez que te preguntes qué contamina el aire, recuerda que todos somos parte del problema… pero también podemos ser parte de la solución.