El mundo de la cocina esconde secretos y maravillas en cada esquina, y uno de ellos es la fécula de maíz, un ingrediente que quizás no todos conocen por su nombre, pero sí por sus efectos y bondades en la elaboración de platillos y recetas.
La fécula de maíz y sus múltiples nombres
A la fécula de maíz también se le conoce como almidón de maíz o maicena. Esta última es una marca comercial muy reconocida, que terminó convirtiéndose en un sinónimo del producto en sí. Estos nombres nos dan una pista de su origen: efectivamente, la fécula de maíz se obtiene del maíz y es un polvo muy fino y blanco, similar a la harina, pero no debe ser confundido con esta última.
¿Qué distingue a la fécula de maíz de la harina de maíz?
Aunque ambas provienen del maíz, no debemos confundir harina y fécula, ya que su sabor y textura son muy diferentes. Además, la harina se elabora con el cereal molido (endospermo y germen) y para la fécula se utiliza su parte almidonada (endospermo).
La fécula de maíz en la cocina: espesante y mucho más
Uno de los principales usos de la fécula de maíz es como espesante en salsas, atoles, natillas, helados y una gran variedad de preparaciones. Así que si alguna vez te has preguntado cómo es que ciertos platillos logran esa textura tan característica y deliciosa, ahora sabes que la fécula de maíz podría ser la responsable.
Además, es importante mezclarla en frío primero para evitar grumos, y agregarla al final de la cocción para lograr la textura deseada.
La magia de la fécula de maíz en la repostería
La fécula de maíz no solo es útil en platillos salados, sino que también es excelente en repostería. Gracias a su falta de gluten, es ideal para preparar postres sin gluten, como bizcochos, panes y hotcakes. Además, se puede combinar con harina para conseguir resultados más tiernos y esponjosos.
Un polisacárido con múltiples aplicaciones industriales
Más allá de su uso culinario, la fécula de maíz también presenta muchos beneficios y aplicaciones en la industria. Por ejemplo, es un carbohidrato que aporta energía al cuerpo, pero también es un polisacárido que se puede transformar en materia prima para fabricar productos biodegradables.
Se extrae del maíz y se transforma en ácido láctico gracias a microorganismos. El ácido láctico se convierte en cadenas o polímeros para formar una estructura molecular parecida al plástico.
Productos biodegradables a base de fécula de maíz
Los productos hechos de fécula de maíz son biodegradables y compostables. Tienen un tiempo de degradación que va de 90 a 180 días en composta industrial y hasta 240 días en depósitos de basura. La composta es la mejor opción para desecharlos, a temperaturas de más de 50ºC. Por tanto, la fécula de maíz se convierte en una alternativa para productos de un solo uso, obtenida a partir de desechos de plantas de maíz. Además, estos productos son resistentes y flexibles, lo que añade más ventajas a su favor.
La fécula de maíz y sus propiedades nutritivas
La fécula de maíz es parte del grupo de los cereales y aporta carbohidratos para proporcionar energía y mejorar la digestión. Además, contiene proteínas, fibra y diferentes minerales como magnesio, calcio, hierro, fósforo, sodio y zinc. Por tanto, además de ser un ingrediente útil en la cocina, también aporta beneficios a nuestra salud.
Un ejemplo de receta con fécula de maíz: pastel de chocolate sin gluten
Para deleitarte con las bondades de la fécula de maíz, te propongo una receta sencilla y deliciosa: un pastel de chocolate sin gluten. Solo necesitarás fécula de maíz, cacao en polvo sin azúcar, azúcar, aceite vegetal, huevos, vainilla, bicarbonato de sodio y una pizca de sal:
- Primero, mezcla todos los ingredientes secos en un tazón grande, y en otro recipiente mezcla los húmedos, como los huevos y el aceite.
- Combina las dos mezclas y viértelas en un molde previamente engrasado y enharinado.
- Hornea durante aproximadamente 30-35 minutos o hasta que un palillo salga limpio cuando lo insertes en el centro del pastel.
- Deja enfriar antes de desmoldar y disfruta de su suave y esponjosa textura, resultado de la fécula de maíz.
En fin, explorar el mundo de la fécula de maíz es adentrarnos en un universo de posibilidades culinarias y descubrir un ingrediente maravilloso que, aunque no siempre es el protagonista en nuestras recetas, sin duda juega un papel fundamental en la cocina tradicional y en la industria. Entonces, la próxima vez que cocines y utilices este ingrediente mágico, no olvides agradecer al maíz por habernos regalado este polvo tan preciado y versátil.